Alejandro Crespo, secretario general del Sutna, estuvo en Brotes Verdes, el programa conducido por el periodista Alejandro Bercovich en C5N, en el que habló sobre el histórico triunfo del Sutna. La lucha con la que los trabajadores del neumático consiguieron aumentos salariales por encima de la inflación se convirtió en un ejemplo a seguir para el conjunto de los trabajadores de Argentina.

Bercovich da comienzo a la entrevista preguntándole a Crespo qué le diría a un joven que mira desconfiado la foto en la que los quisieron hacer ver “como mafiosos” (por la foto de la dirección del Sutna luego de la victoria) y dice “a mí no me gustan los sindicatos”.

El secretario general del Sutna aprovechó la ocasión para explicar la importancia de la organización de los trabajadores. “Todo joven que va a ingresar en una industria para trabajar como operario o empleado tiene su vida determinada por la negociación colectiva”, a lo que agregó que “tiene que producir una cierta cantidad, tener una categoría y un salario”. Todo eso, dice, “se decide en una mesa de negociación”.

Más adelante, defendió la existencia de los sindicatos como medio para luchar por las reivindicaciones del movimiento obrero: “el sindicato se plasma por medio de acuerdos. Es lo que tiene el trabajador para defenderse en su lugar de trabajo, donde todo está organizado para que las empresas tengan su dinero”. En ese sentido, Crespo comentó que, en asamblea general, el sindicato votó pasar de la CTA a la CGT para poder intervenir en el movimiento industrial con la experiencia que tiene el Sutna y contribuir a esa lucha.

A la pregunta de Bercovich sobre cuál era el clima en los lugares de trabajo luego de la victoria, Crespo respondió que “se volvió a la fábrica con mucha alegría”, y reivindicó la asamblea general que tuvo lugar en Pilar para ratificar el acuerdo, en la cual participó casi la mitad de los trabajadores del gremio.

Bercovich preguntó qué factor fue decisivo para destrabar el conflicto y qué rol jugó Pablo Moyano, quien apareció coqueteando con la lucha del Sutna. Crespo respondió que lo decisivo “fue la decisión consciente de mantener la unidad de todos los trabajadores, de aguantar durante seis meses”. Reivindicó el rol de las familias obreras, que bancaron con todo la lucha, porque del resultado dependía su calidad de vida.

Alejandro Crespo describió la intransigencia de las patronales, diciendo que las empresas querían “cortar con la cadena ascendiente (por la recuperación del salario que el sindicato y sus obreros estuvieron logrando) que viene de hace años. Ellas son las extorsionadoras. Crespo dijo que “reclamamos un salario de 20 puntos mientras que las empresas habían tenido una suba del 80% en seis meses por la venta de cubiertas, compraron materia prima a dólar oficial y la vendieron a precio internacional”. Todo esto cuando los salarios representan solo el 2% del precio final de cada neumático.

“Las patronales pensaron que los trabajadores no iban a durar un mes más”, refiriéndose al nivel de extorsión de las empresas. Antes del conflicto, “cuando estábamos organizándonos para mostrarle a las empresas que tenemos fuerza, hacíamos acciones que no implicaban parar las máquinas, les llamábamos ruidazos. A una hora determinada y en un minuto exacto, golpeábamos las máquinas haciendo ruido para mostrar lo organizados que estábamos, para que no quieran entrar en conflicto. Hicimos vivorazos para advertir.”

Crespo denunció cómo el gobierno se sumó para apoyar a las empresas y atacar la negociación colectiva, y reivindicó la banca que tuvieron los trabajadores del Sutna de otros sectores obreros y del movimiento de desocupados, así como la del Sitrabor, el sindicato del neumático brasilero.

El periodista le preguntó a Crespo qué es lo que hace que el Sutna negocie buenos sueldos, en comparación con otros gremios como Camioneros o Bancarios. El secretario general del Sutna respondió que los aumentos salariales se pueden conseguir por diversos métodos. Pero se encargó de reivindicar los métodos del clasismo, o sea, apostar a la organización colectiva y democrática de los trabajadores, y no tejer alianzas con ningún gobierno de turno. Crespo terminó diciendo que este camino “es el más constante”.

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