Sindicales

9/4/2021

Protocolos obreros para enfrentar la desidia patronal: el planteo de la CSC

Las denuncias de los dirigentes de la Coordinadora Sindical Clasista preparan el debate en el plenario del sábado 10

En un comunicado reciente, trabajadores de la Coordinadora Sindical Clasista erigieron una enorme denuncia contra las patronales y el Estado por el incumplimiento de los protocolos contra el Covid-19. Siguiendo la línea negacionista de los funcionarios del gobierno nacional, para quienes “los contagios se producen en las reuniones sociales, y no en las aulas ni en los lugares de trabajo”, las empresas y hasta incluso áreas del propio Estado tomaron nota para avasallar las normativas de los protocolos y forzar a los trabajadores a continuar la actividad a cualquier costo.

Ileana Celotto, de Agd-Uba, Daniel Rapanelli del Suteba Ensenada y Amanda Martín de Ademys denuncian las paupérrimas condiciones en las que se encuentran las escuelas y lugares de estudio: inevitablemente mediadas por un miserable presupuesto educativo, un 1,3% del PBI, la educación presencial se retomó sin que se garantice la más mínima norma de seguridad o de higiene. El fracaso está a la vista: mientras Trotta y Acuña se empecinan en negar que las escuelas sean un foco de contagio, el virus se propaga entre los pupitres y los casos de auxiliares y docentes que mueren por Covid se siguen acumulando. Por ello, relata Rapanelli, la docencia de Ensenada fue a un paro de 48 horas votado en una asamblea general del gremio y difundieron cartas a las familias explicando que bajo estas circunstancias no se puede continuar con las aulas abiertas. Lo propio harán desde Ademys la semana entrante en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, comenta Amanda Martín, en sintonía con los Sutebas conducidos por la lista multicolor. Ileana Celotto destaca a su vez que la docencia universitaria nucleada en Agd-Uba y la Conadu Histórica viene de realizar también un paro por 48 horas, en reclamo por el salario y las condiciones de trabajo en una virtualidad que, también mediada por la miserabilidad presupuestaria, ha demostrado sus falencias por doquier. La respuesta del gobierno ha sido todavía más bochornosa: excluirlos por ir al paro de la negociación paritaria docente.

En salud, en la primera línea de fuego contra el Coronavirus, el delegado de la Junta Interna de ATE del hospital Garrahan, Alejandro Lipcovich, denuncia que la patronal hospitalaria busca ‘normalizar’ el funcionamiento de la institución en el pico de contagios. Apoyándose en que gran parte del personal está vacunado, busca suspender licencias y grupos alternados; sin hacer reparo en que las familias de los trabajadores o de los propios pacientes no cuentan de igual forma con la vacuna y que la misma no evita la circulación del virus. Combinado a que buscan producir la vuelta de muchos trabajadores, se darán a su vez situaciones de hacinamiento que empeorarán un panorama explosivo. Por ello demandan el reconocimiento del trabajo como insalubre, el respeto de las licencias, obras de infraestructura para ventilar adecuadamente las instalaciones del hospital y un salario acorde a la canasta básica.

A su turno, Lucas Vincenzi, delegado general del banco Supervielle, expone que los trabajadores bancarios hoy también se encuentran en un grave peligro. Los bancos no tienen ventilación y las patronales se niegan a establecer grupos de trabajo, incluso se niegan a aislar a los contactos estrechos y hasta los chantajean para que sigan yendo. El personal de limpieza y de seguridad de los bancos, finaliza, no tiene los elementos de protección necesarios y se niegan a testearlos.

En el transporte, allí donde los trabajadores de todos los rubros viajan hacinados cada día en una verdadera marea humana, Christian Paletti, miembro del secretariado ejecutivo de la oposición en el sindicato del subte, comenta que a la fecha son 10 los trabajadores muertos por Covid. Pero que producto de la lucha, los trabajadores lograron imponerle a la patronal un protocolo conformado por ellos mismos y que se respete de manera innegociable la licencia a los mayores de 60 años y factores de riesgo. Ahora, redoblan las apuestas, y van por la vacunación del personal.

En el gremio del neumático, donde la Lista Negra clasista y antiburocrática conduce el Sutna, Matías Argüello, que es delegado de Bridgestone y candidato por la misma a la seccional Llavallol, relata la experiencia de los obreros en el paro de la semana pasada. El mismo se resolvió tras detectarse un caso positivo y negarse la patronal a aislar a sus contactos estrechos. Como ya es habitual de un gremio que es hoy día la gran referencia del sindicalismo clasista y combativo en el país, se resolvieron acciones inmediatamente, como lo fuera el paro, obligando a la patronal a retroceder y acatar las medidas más elementales ante el contagio. Recuerda en este sentido que el Sutna elaboró un protocolo de salud e higiene ante los contagios de Covid-19 que parte de las necesidades reales de los trabajadores y poniendo ante todo el resguardo de su salud.

Sebastián Rodríguez, que es secretario general de la comisión interna de la gráfica Anselmo Morvillo, retrata una batalla constante contra la patronal de la empresa. En todo el gremio gráfico se tornó habitual que las patronales manipulen el protocolo a conveniencia. Haciendo pasar por esenciales a trabajadores que no lo son, o intentando evitar hasta las últimas consecuencias los aislamientos por contactos estrechos, la comisión interna logró hisopar compañeros vía obra social o en la línea 148 porque la patronal se resistía. Mediante el ejercicio de las asambleas y la acción de los trabajadores se lograron imponer retiros, que se entreguen los elementos de higiene o se respeten los 14 días de aislamiento.

 

Por la defensa de las condiciones de trabajo y la salud de los trabajadores

El escenario se ha tornado crítico. En la última semana se han batido tres récords sucesivos de contagios mientras el gobierno niega que las fábricas, las aulas o las oficinas sean focos de propagación. Estas declaraciones tienen que servirle al conjunto de los trabajadores para poner sobre la mesa una conclusión elemental. Defender nuestra salud, nuestros salarios y las condiciones básicas de higiene para evitar los contagios es una tarea que está en nuestras manos. El Estado está comprometido a fondo con el lucro patronal, incluso al precio de arriesgar nuestras vidas y la de nuestras familias. Las patronales harán lo imposible por no detener la actividad económica ni aislar a ningún trabajador. La burocracia sindical brilla por su ausencia, o incluso oficia en favor de ellas porque está embarrada hasta el fondo con este pacto. ¡Vamos este sábado desde las 10 hs al gran plenario nacional de la Coordinadora Sindical Clasista, para deliberar sobre todas estas problemáticas y resolver un plan de lucha que imponga la defensa de nuestras condiciones de trabajo y nuestras propias vidas!