Las trabajadoras de casas particulares han sido históricamente excluidas de la Ley de Contrato de Trabajo que se aplica al resto del colectivo de los trabajadores, y se les ha impuesto una regulación “especial”.

A lo largo de 57 años se les aplicó el Decreto Ley 326/56, norma dictada en 1956 bajo la dictadura de Aramburu, que las colocaba en una situación de total vulnerabilidad y explotación. En 2013, durante el gobierno de Cristina Kirchner, fue sancionada la Ley 26.844 que pasó a ser la nueva normativa de aplicación a estas trabajadoras. Si bien esa ley establece ciertos reconocimientos como jornada laboral, descanso semanal, vacaciones, licencia por enfermedad, preaviso e indemnización por antigüedad, continúa manteniendo un “régimen especial” y diferenciándolas del resto de la clase trabajadora.

La Comisión Nacional de Trabajo en Casas Particulares dependiente del Ministerio de Trabajo fija la escala salarial. Es decir que es la responsable de que los ingresos de estas trabajadoras se encuentren atados al salario mínimo, vital y móvil, que representa menos de la mitad de una canasta de pobreza.

Por otro lado, dentro del trabajo doméstico reina el trabajo no registrado. La informalidad alcanza al 70% de las trabajadoras, lo que las coloca en una situación de absoluta vulnerabilidad y desprotección ante los abusos patronales. El gobierno cuenta como base de datos con la declaración de las TCP que se registraron para cobrar el IFE durante 2020, pero no ha movido un dedo para reducir la precarización laboral.

Numerosos son los interrogantes que tienen las trabajadoras de este sector respecto a sus derechos laborales. Continuamente estos derechos son vulnerados por sus empleadores y se les ocultan para evitar que efectúen cualquier tipo de reclamo, con la complicidad del Estado y los sindicatos mayoritarios del sector que garantizan así el resguardo de los intereses patronales. Ahí radica la importancia de que las trabajadoras tomen conocimiento de sus derechos y que se avance en el proceso de organización colectiva.

¿Cómo sé que estoy en blanco? ¿Me deben indemnizar si me despiden? ¿Cuál es el salario que se me debe abonar por la tarea que desempeño? ¿Cuál es la jornada de trabajo que debo cumplir? ¿Qué ocurre con las horas extras, el descanso semanal? ¿Puedo tomarme licencias? ¿Qué labores incluye mi categoría? ¿Qué ocurre con el salario durante los meses del aislamiento social preventivo y obligatorio cuando no prestamos tareas, tienen que pagármelo?

El sábado 6 de febrero, la Agrupación de Trabajadoras de Casas Particulares en Lucha, llevará adelante una charla abierta, a las 17:30 por Zoom, para informar, asesorar y responder dudas sobre los derechos que este colectivo de trabajadoras goza por ley, y de qué manera pueden ser ejercidos. Se pueden hacer llegar consultas por Whatsapp o a la página de Facebook de la agrupación @TrabajadorasEnLucha

En manos de la organización de las trabajadoras se encuentra la defensa de su trabajo.

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