El 8 de agosto pasado se realizaron las elecciones de Comisión Directiva en Cisadems, el principal gremio docente de la provincia integrado a la CEA. El hecho sobresaliente de esta elección es que, por primera vez, se presentó una lista opositora a la conducción burocrática que, con algunos retoques, viene dirigiendo al gremio desde hace décadas. Con los compañeros que intervinieron en la lucha por recuperar Cisadems para la docencia santiagueña realizamos numerosas reuniones de balance en diversas localidades, donde se sacaron importantes conclusiones que son las que volcamos en esta nota.

 

La lista Multicolor de oposición estuvo conformada por activistas de tres agrupaciones: Tribuna Docente, Docentes Autoconvocados y Docentes en Marcha, que son las que se destacaron en la organización y  el impulso a la gran huelga docente de 40 días a comienzo del 2016. Fue encabezada por Andrés Campero, de Tribuna Docente de Termas.

 

El resultado, según la Junta Electoral, favoreció a la lista oficialista que obtuvo, un poco más del 80% de los votos. La Multicolorlogró casi un 20 por ciento.

 

Pero el proceso electoral y la elección misma estuvieron viciados por numerosos hechos fraudulentos. Una evidencia de ello es que en las urnas donde no había fiscales de la Multicolor, más de 30, el promedio de votantes -que la Junta electoral reconoció fue del 50% en toda la elección- se eleva al 100% del padrón y todos votando por la lista oficialista.

 

Además de ello, el proceso previo estuvo abonado por un sin número de irregularidades que fueron denunciadas pero no fueron atendidas por la Junta Electoral adicta al oficialismo y tampoco por el Ministerio de Trabajo: manipulación del padrón y entrega a último momento de boletas, que fueron diseñadas por la propia Junta, o sea por el oficialismo.

 

No hubo garantía para que los fiscales de la Multicolor pudieran fiscalizar con autorización para faltar a sus trabajos y las autoridades de mesas  fueron designadas por la Junta Electoral adicta al oficialismo. En varias escuelas, el acto comicial se hizo sin urna, se votaba en un sobre, etc. etc.

 

El oficialismo volcó todo el aparato para trasladar a docentes, para asegurar que sus delegados presidieran las mesas y para desplegar su propaganda.

 

En el caso de la Multicolor, con enorme esfuerzo, se recorrieron varios departamentos de una provincia gigantesca, se distribuyeron dos llamamientos de TD, se realizaron importantes reuniones y, finalmente, se logró un 20 % de los votos, venciendo en todas las urnas del departamento de Termas Río Hondo, y en Colonia Dora, y logrando una muy buena votación en Añatuya y en algunas escuelas de la capital provincial.

 

A pesar que fue una lista frentista, el peso fundamental de la campaña de La Multicolor lo cargó TD, que juntó casi el 80% de los avales y puso 60 fiscales sobre un total de 70.

 

En el caso de Docentes en Marcha, la agrupación que impulsa Izquierda Socialista, estuvo ausente de la campaña y de la fiscalización, justificándose en que a los pocos días se iban a producir las Paso.

 

Para IS la elección docente y la lucha por una nueva dirección en el principal sindicato de la provincia representó un obstáculo para su campaña electoral. Toda una concepción electorera, anticlasista.

 

Los compañeros del Partido Obrero, a pesar que fuimos relegados por IS a figurar como suplentes en la lista de candidatos para las Paso por carecer de personería electoral, realizamos una intensa campaña, donde supimos combinar la lucha planteada en Cisadems y las Paso. Reflejo de ello es que, a la hora de la fiscalización de las Paso, triplicamos la cantidad de fiscales de IS.

 

Ahora, gran parte de esos luchadores docente agrupados con TD se están anotando como candidatos para las listas a diputados provinciales para la elección que se va a realizar en octubre, en forma coincidente con las nacionales.