Sindicales
8/1/2021
Tandil: el conflicto de Loimar en momentos decisivos
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La lucha de los trabajadores ceramistas de Loimar contra una serie de despidos injustificados y en defensa de las condiciones laborales y la representación gremial lleva ya 15 meses de continuidad. La acción criminal de esta empresa negrera se agrava ante la inminencia de la segunda ola de Covid, que los trabajadores y sus familias deberán enfrentar sin ingresos. Hace poco más de un mes, la patronal (dueña, además de las millonarias empresas Loitegui S.A y Loi Suites -la primera, constructora, inmobiliaria, agropecuaria, comercial, industrial y financiera; y la segunda poseedora de hoteles en algunos de los puntos turísticos más importantes del país) intentó abrir, a través de un fideicomiso, la fábrica con solo 38 obreros (sobre 80). Ante tal intento, la asamblea mayoritaria de trabajadores decidió impedir la entrada a la fábrica hasta que se resuelva el conflicto con todos los afectados adentro -medida que, hoy en día, siguen sosteniendo.
Hace cerca de una semana, luego de grandes jornadas de lucha, los trabajadores lograron la concreción de una mesa de diálogo entre el Ministerio de Trabajo, representantes del gremio, delegadxs de la fábrica y la patronal (representada por el fideicomiso), que se llevó a cabo en la ciudad de La Plata. La reunión, sin embargo, no significó ningún avance en esta pelea porque la empresa se mantuvo firme en su postura (reabrir la fábrica con 38 obreros, monto que se completaría sumando a 13 de los trabajadores en lucha y desconociendo antigüedades, representación gremial y el convenio colectivo), que ya había sido rechazada por la asamblea. El Ministerio, por su parte, no dictaminó ninguna medida en defensa de los trabajadores y el gremio no convocó a ninguna acción de lucha.
Complicidad estatal y gremial
La inacción cómplice del Estado y las centrales sindicales no es nada que sorprenda. El Estado y los sindicatos trabajan para la patronales y actúan en consecuencia de ello. El intendente de Tandil, Miguel Angel Lunghi (JxC), y las burocracias sindicales ya habían dejado pasar, a pesar de una enorme lucha obrera y la toma de la fábrica, el cierre de Metalúrica Tandil. Una situación similar se dio en la ciudad vecina de Barker, con el cierre de Loma Negra (y en la ciudad hermana de Azul, con el cierre de Fanazul.
El objetivo de los sucesivos gobiernos y las patronales locales, con la complicidad del Estado y los sindicatos cooptados por el mismo, es avanzar en una reforma laboral antiobrera, disminuyendo salarios, despidiendo personal, flexibilizando las condiciones laborales y regimentando la organización de los trabajadores para evitar que estos salga a luchar para frenar la avanzada patronal. En una expresión extrema de la misma línea, como lo demuestra el párrafo anterior, vienen cerrando todas las industrias locales, generando mayor desempleo y convirtiendo a nuestras localidades en ciudades fantasma, completamente desindustrializadas y dedicadas casi de lleno al turismo, la exportación de materia prima, el negociado inmobiliario y varios negocios espurios, como la venta de drogas y la trata de personas.
Incompetencia patronal, salida obrera
La patronal se ha mostrado decidida a avanzar con su plan de flexibilización, despidos y persecución gremial; su objetivo e intereses generales chocan de lleno con los de los trabajadores. Los obreros hace ya un tiempo presentaron dos soluciones al conflicto totalmente viables: un planteo elevado por los propios ceramistas y apoyado, incluso, por el secretario general de la Focra (Federacion Obrera Ceramista de la Republica Argentina) es el de reabrir la fábrica como una cooperativa autogestionada por sus mismos trabajadores; el otro, presentado por el Partido Obrero en el Congreso de la Nación con la previa aprobación de los delegados de Loimar, es el de expropiar la fábrica y ponerla a producir con financiación estatal, bajo gestión y control obrero.
Los objetivos principales del mencionado proyecto son la continuidad de los puestos de trabajo, el pago de salarios adeudados y la defensa del Convenio Colectivo de Trabajo. La patronal, que ha despedido sin causas, realizado un lock out y evitado pagar salarios completos, aumentos y aguinaldos, no debe ser resarcida económicamente por la expropiación de la empresa. Aún más, el proyecto incluye la apertura de los libros contables y deja sujeta a embargo la totalidad de los bienes y fortunas personales de los accionistas del grupo empresario, con los cuales se realizará un fondo especial destinado a pagar las deudas contraídas con el Estado y los proveedores.
Es necesario convertir esta lucha en una causa popular. El apoyo masivo y expresado en las calles a la lucha de Loimar y un paro nacional de advertencia del gremio ceramista son un camino para torcer el brazo de la patronal y abrir paso a una salida obrera. Los trabajadores -y toda la población tandilense, incluidas las organizaciones políticas y civiles, que apoyen esta lucha deben retomar las movilizaciones al municipio en reclamo de una intervención estatal en el conflicto a la altura de las circunstancias. Todas las organizaciones gremiales, sindicatos y centrales de Tandil deben movilizarse en apoyo a esta lucha.
El Partido Obrero apoya la lucha de los ceramistas de Loimar y todos sus reclamos. No a los despidos. Basta de desocupación. Pago ya de los salarios adeudados. Por la reapertura inmediata de la fábrica, con todos adentro y bajo control de los propios trabajadores. Por un plan de producción al servicio de las necesidades populares.
https://prensaobrera.com/sindicales/bajan-los-despidos-pero-crecen-las-renuncias-la-trampa-del-gobierno-y-las-patronales/