Sociedad
16/8/2024
El negocio capitalista de la explotación infantil
Este domingo 18 de agosto habrá un día de la niñez sombrío.
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Los capitalistas se benefician enormemente del trabajo infantil.
Este domingo 18 de agosto habrá en Argentina un día de las infancias en extremo sombrío. Más de un millón de niñes del país se van a dormir sin cenar; miles revuelven la basura todos los días en busca de comida; y otros tantos tienen que recurrir a los comedores populares que el gobierno de Milei quiere desmantelar. Y a esta realidad aciaga se suma el trabajo infantil, una fuente de superbeneficios para varios sectores de la clase capitalista.
Al calor de la crisis económica y social, la explotación infantil en Argentina ha venido creciendo. La pobreza en la que están sumidas las familias de la clase trabajadora empuja en muchos casos a sus hijes a salir a buscar trabajo. El gobierno de Milei, por su parte, viene colaborando en la configuración de este estado de cosas con su política de recortes y masacre social antiobrera. Incluso está ajustando programas relacionados a las niñeces como la Tarjeta Alimentar o la Asignación Universal por Hijo.
Las consecuencias que en estas condiciones tiene la explotación laboral sobre las infancias son catastróficas. Les devasta espiritual y materialmente; les quita tiempo para ir al colegio (muches deben abandonarlo y dedicarse enteramente al trabajo) y para socializarse y jugar con otres niñes. Además, les expone a peligros de todo tipo: accidentes laborales, abusos, lesiones físicas o psíquicas permanentes, etc. Es que generalmente laboran en condiciones infrahumanas. Muchas de las niñas que trabajan en la cosecha de tabaco terminan con huellas en las manos por el uso de herbicidas.
Este es el horizonte que la clase dominante, la burguesía, y sus exponentes en el poder político, Milei y los gobernadores, les ofrecen a sectores cada vez más importantes de la población. Se trata de la manifestación en Argentina de un fenómeno de alcance internacional; o sea, es la perspectiva que el capitalismo como modo de producción dominante en la sociedad toda les brinda a les niñes del mundo.
El capitalismo argentino contra les niñes
Según el Indec, en 2022 había más de 1 millón de niñes y adolescentes de entre 5 y 15 años (10% de la población que integra esa franja etaria) trabajando en alguna rama de la economía; el 24,6% lo hizo en el sector agropecuario –el 11% laboró en la cosecha de tabaco–, el 16,8% en comercio y el 13,4% en el gremio de la construcción. De conjunto, la explotación infantil tiene lugar principalmente en el rubro del agro y en talleres textiles clandestinos.
El nordeste argentino y el noroeste son los lugares con mayor trabajo infantil, sobre todo sus regiones rurales. En CABA hay miles de talleres clandestinos que emplean niñes en condiciones calamitosas. En 2023, los índices de trabajo infantil subieron con respecto a los de 2019; hubo un crecimiento de la explotación en las áreas metropolitanas del interior del país y de los sectores medios empobrecidos.
Entre 2022 y 2023 se abrieron al menos 18 causas penales contra empresas que explotaban mano de obra infantil. La compañía Noben SRL lo hizo para la recolección de limones en Tucumán. En San Juan, La Mednera SRL recibió una denuncia por hacerlo para la cosecha de ajo. Macheteada Empro SRL hizo lo propio para la producción de yerba mate.
Las empresas que se supone tienen todo “en orden” también atacan a las infancias y a sus mapadres. Según un estudio de Unicef, el 32% de las empresas argentinas no aplica reducción de horarios por lactancia (burlan los convenios colectivos de trabajo), solo el 8% de las mismas cuentan con un lactario y apenas el 5% tiene jardines materno-paternales para que las trabajadoras o los trabajadores puedan dejar allí a sus hijes.
Las patronales y sus gobiernos hacen primar un enorme secretismo; no se sabe con exactitud la magnitud real de la proliferación del trabajo infantil, que es ilegal; muchas otras compañías podrían estar implicadas, incluso sectores del gran capital. Ninguno de los gobiernos (PJ, PRO, radicales) de las últimas décadas ha podido erradicar el trabajo infantil porque es una fuente de superganancias para el puñado de capitalistas explotadores que defienden. Tampoco podrán hacerlo Milei y sus secuaces. A todo esto hay que sumar la expansión de las redes de trata y de negocios como el de la pornografía infantil. Son sostenedores de un régimen de barbarie.
El capitalismo mundial contra les niñes
Según la OIT, en el mundo hay 212 millones de niñes de entre 5 y 17 años desarrollando labores en distintos sectores de la economía. La mitad es víctima de trabajo infantil y unos 73 millones están en situación de trabajo infantil peligroso. El 70% de los casos (112 millones de niñes) se da en el sector agrícola, el 20% (31,4 millones de niñes) en el de servicios y el 10% (16,5 millones de niñes) en el de la industria (Página 12, 12/6/2023).
Las regiones del planeta con mayores niveles de explotación infantil son África y Asia, aunque en América Latina, Estados Unidos y Europa también viene aumentando. Unicef ha advertido que el avance de esta lacra está agudizándose. La profundización de la crisis capitalista, que se expresó en el reciente derrumbe bursátil y se manifiesta en la intensificación del guerrerismo internacional, es un factor que incide fuertemente en la expansión del trabajo infantil.
Alrededor de 1 millón de niñes trabajan en minas y canteras, según la OIT. Se estima que unos 79 millones de niñes son víctimas de redes de trata, de regímenes de trabajo esclavizadores y del enrolamiento a ejércitos envueltos en conflictos armados. Miles trabajan en los telares de Bangladesh, en los talleres de piedras preciosas de la India, y en las minas de oro o coltán de Camerún, Congo y Uganda. Niñes son reclutados forzosamente para guerrear en los ejércitos de Sudán o Sierra Leona. Otros son prostituidos en las playas de Ghana o República Dominicana. Estos son países oprimidos por las burguesías imperialistas, que se instalan en ellos para obtener ganancias mayúsculas superexplotando trabajadores.
En Europa habría alrededor de 1 millón de niñes trabajando, incluso en los países nórdicos (Noruega, Suiza) cuyos “modelos” son reivindicados por los apologistas del capital. La taiwanesa Foxconn, que fabrica productos para Apple y Amazon, emplea niñes en China bajo el amparo del régimen. En Estados Unidos, la principal potencia capitalista del mundo, miles de niñes migrantes trabajan para distintas empresas; en Michigan, menores fabrican piezas de automóviles para Ford y General Motors, hornean los panes de Walmart y Target, o cosen las etiquetas “Made in America” en las camisas de J. Crew. Grandes compañías como Nestlé, Ferrero, Apple y Amazon han recibido denuncias por explotar mano de obra infantil.
Terminemos con este régimen
Los capitalistas emplean niñes porque así pueden apropiarse de mayores ganancias. Todo está atado a la necesidad de valorizar el capital. De paso, les sirve para tensar hacia abajo la masa salarial toda. Es lo mismo que buscan hacer a través de la promoción de la brecha salarial de género. Se trata de una forma de reforzar hasta el paroxismo la competencia entre los trabajadores que existe bajo el modo de producción capitalista. Tal es la bancarrota ignominiosa del capital.
Bajo el capitalismo, el desarrollo de las fuerzas productivas es utilizado por los empresarios para descalificar la mano de obra y elevar la tasa de plusvalía. Lo que debería ser un progreso para la humanidad implica un retroceso civilizatorio que se expresa entre otras cosas en el sometimiento de millones de niñes a las peores formas de la explotación capitalista.
La clase obrera tiene el desafío de tirar a la basura de la historia a este régimen social. Solo con la sociedad bajo su comando, les niñes y les trabajadores en general serán liberades de la explotación y opresión y tendrán satisfechas todas sus necesidades. En Argentina tenemos que organizarnos y prepararnos para ir a una pelea decisiva contra el gobierno hambreador, criminal y antiobrero de Milei. El Partido Obrero está metido de lleno en la lucha por esta perspectiva.