Sociedad
26/7/2024
Otro vuelco de colectivo en la Autovía 2, otra vez la sobreexplotación laboral
Las patronales imponen regímenes de trabajo criminales.
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El colectivo que volcó acumulaba más de 20 multas impagas.
En las primeras horas del jueves 25 de julio un colectivo de pasajeros de larga distancia de la empresa Rutatlántica produjo un serio incidente vial en la Autovía 2, en la mano hacia Mar del Plata. El siniestro, que sucedió a la altura de la ciudad de Lezama y provocó múltiples heridos, es resultante de las condiciones de trabajo de los choferes. Un nuevo caso de una larga lista.
El coche había salido de la terminal de Pilar la noche del miércoles 24 con destino a la ciudad balnearia de Villa Gesell, con 49 ocupantes y dos conductores. El vehículo que terminó volcado, cuenta con más de 20 multas impagas, en su gran mayoría por exceso de velocidad en misma traza.
Esas sanciones demuestran cómo los choferes deben exponerse a exceder los límites de velocidad para cumplir con las grillas horarias que exige la empresa. No es casual que las mismas se acumulen principalmente en los meses de diciembre, enero, febrero y marzo, épocas estivales veraniegas en que las patronales de autotransporte de pasajeros de larga distancia hacen importantísimas ganancias.
Los propios pasajeros declararon a los medios de comunicación al salir de las salas de primeros auxilios y hospitales (aún quedan dos personas internadas en el nosocomio de Chascomús en estado reservado por importantes heridas) que el coche y sus conductores no cumplían con las condiciones necesarias para salir a la ruta. “El chofer me trajo el domingo a Buenos Aires. Va y viene sin dormir. En Buenos Aires antes de subir los veíamos con cara de cansados (…) Antes de volcar varios coches le tocaban bocina porque el chofer se dormía” (TN, 26/7).
Según el convenio colectivo de trabajo y la ley nacional de transporte de pasajeros quien está a cargo frente al volante en un colectivo de larga distancia no puede exceder las doce horas de labor, y el descanso no puede ser inferior a doce horas. Esos tiempos se incumplen y nadie controla.
Este nuevo siniestro se contabiliza dentro de un sinfín de sucesos. Cuatro años atrás un conductor de la firma Vía Bariloche fue desvinculado por negarse a salir sin el descanso necesario, cuando días antes una de las unidades de la misma empresa había volcado provocando el deceso de dos pasajeros.
“Cuando llegué a Villa Gesell tuve que cambiar de micro porque se llenó de pasajeros y el que me dieron estaba roto. Entre una cosa y otra me terminé acostando a las 3:00 de la mañana. Para el día siguiente tenía previsto un viaje a las 7:00, pero solo había dormido cuatro horas (…) ‘Si no te gusta andate’, me dijeron. Somos rehenes de la empresa. Hacemos casi 20 viajes por mes; no nos pagan las horas extras, ni las nocturnas, ni los francos, ni los feriados”, afirmaba por aquel entonces Esteban, a Infobae (6/2/2020), cuando fue despedido.
En 2021 se creó una aplicación donde los pasajeros puede seguir en vivo los controles de las unidades y los análisis obligatorios a los conductores. Forma parte de una política de responsabilizar siempre por los siniestros al trabajador, mientras el Estado es parte necesaria de complicidad en la precarias condiciones de labor y viaje.
Es urgente la investigación de lo sucedido en la Autovía 2. La UTA sigue dando la espalda a la tarea de organizarse por el reclamo del cumplimiento del convenio, el respeto de las horas de descanso, pago de las horas extras y por nocturnidad. Por comisiones obreras de seguridad e higiene en todas las empresas de transporte de pasajeros, con poder de vetar la salida o continuidad de un viaje si no están las condiciones garantizadas por la patronal.
