Universidad
29/7/2024
Exactas UBA: la lucha por la ciencia y la educación debe continuar
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Exactas UBA.
El primer cuatrimestre del 2024 cambió la situación dentro de la universidad. El intento del gobierno de Milei de congelar el presupuesto universitario desató un estado de movilización en el conjunto de la comunidad UBA, que incluyó asambleas, clases públicas, distintas jornadas de lucha, y desembocó en la histórica movilización nacional del 23 de abril.
A partir de esta pelea se logró romper parcialmente el ahogo presupuestario, y apareció el aumento para los “gastos de funcionamiento”. Sin embargo, no todos los reclamos se consiguieron, ya que el salario de docentes y no docentes quedó fuera de cualquier aumento, así como las reivindicaciones de les estudiantes. En esta nota presentamos algunas claves para entender el primer cuatrimestre a la luz de las tareas políticas que tenemos les estudiantes para este segundo que se abre.
La lucha contra el ajuste en la ciencia y educación
Desde el inicio de su mandato, el gobierno liberal-libertario ha declarado la guerra a la ciencia y la educación públicas, poniéndolas en el lugar del “déficit fiscal”. La “motosierra” tuvo alcances enormes: cientos de despidos y recortes millonarios en el Conicet y en la investigación científica en general, así como un fuerte ajuste en materia de energía nuclear y toda clase de amenazas privatistas.
Lxs becarixs e investigadores iniciaron desde diciembre un proceso de lucha que llegó a ocupar el piso 11 del conicet y a realizar importantes asambleas y cortes. Lxs estudiantes nos hicimos presentes en estas iniciativas de lucha, cultivando un bloque junto a lxs investigadores de nuestra propia facultad.
En el terreno universitario el congelamiento presupuestario con el que iniciamos el año puso en peligro la continuidad de nuestra universidad. El ataque de Milei despertó un fuerte sentimiento de lucha en toda la UBA, que venía de un reflujo de años. Desde los primeros cacerolazos hasta las extensas jornadas de clases públicas, pasando por los molinetazos y, por supuesto, la movilización del 23.
El movimiento universitario fue creciendo vertiginosamente. En el caso de Exactas, el puntapié fue una concentración frente al 0+∞, que se convirtió en la primera gran jornada en defensa de la universidad del año, reuniendo a miles de estudiantes, docentes y trabajadores de la facultad. Ese mismo día se realizó una primera gran asamblea de cientos de estudiantes. Esto demostró una reserva de luchas presentes en la facultad, a pesar de años de parálisis de nuestros espacios de organización a manos de Identidad (conducción camporista), con la colaboración del FEM (Patria Grande).
Nuestra facultad atravesó importantes jornadas de clases públicas, y hasta una vigilia la noche previa al 23 de abril. En todo momento destacó una articulación de conjunto entre los claustros, en especial junto a docentes. Esto construyó una masiva asamblea interclaustro el 18 de abril de varios cientos, y una movilización de miles.
Las autoridades y sus agrupaciones
Desde un inicio, el decano de la facultad pretendió posar de luchador. Convocó y participó del abrazo y la movilización del 23. Sin embargo, no tenía los mismos intereses que nosotrxs. Tal como el resto de las autoridades de la UBA, el decano Durán perseguía el objetivo de conseguir el presupuesto justo y necesario que evite el cierre de la facultad, y así proteger los negociados que se desarrollan a partir de ella.
Recordemos que desde su asunción como tal, el decano se pronunció y adoptó una política orientada a las reformas y recortes de carreras según las “necesidades del mercado”, el ingreso de la Coneau y los acuerdos con empresas privadas para conseguir “recursos propios”.
Desde En Acción denunciamos la diferencia de intereses y métodos de las autoridades y el movimiento estudiantil, explicando que, si bien estábamos en un terreno de enfrentamiento común al gobierno, aquellas acordarían con el gobierno cuando vean garantizado lo suyo y/o tengan que desactivar el movimiento, como ocurrió tantas veces. La agrupación del decano, FEM-Patria Grande, se encargó de defenderlo hasta en las asambleas. Luego de que se consumara la traición, y el decano Durán votara junto a los radicales el levantamiento de la emergencia presupuestaria, guardaron las banderas y se dispusieron a lavar su culpa por instagram.
La conducción del Cecen, Identidad-La Cámpora, por su parte, viene de realizar un trabajo de años de desmovilización del estudiantado. De acompañar el ajuste del gobierno anterior, pasaron a administrar las asambleas e instancias para que no se les desborde la voluntad de lucha que mostró rápidamente el estudiantado de Exactas. Finalmente, su fuerza política también acompañó el levantamiento de la emergencia presupuestaria de los radicales, para desactivar el movimiento de lucha.
Hay que tomar nota: para organizar una lucha y desarrollarla a fondo, necesitamos un centro y representantes que sean independientes, que no estén atados de mano ni tengan que pedirle permiso a nadie para luchar.
La lucha en defensa de la educación y la ciencia debe continuar
El primer cuatrimestre en la UBA fue de una agitación política intensa y del inicio de una gran lucha ¿Por qué no damos terminada esta lucha? En primer lugar, porque tanto el salario docente y no docente, como las reivindicaciones estudiantiles, siguen sin resolverse. En segundo lugar, porque el aumento presupuestario puede y ya comenzó a ser comido por la inflación, que amenaza con agravarse. Y en tercer lugar, porque por el programa que tiene el gobierno de Milei, el ataque a la universidad va a ser una constante: es imposible una convivencia pacífica de este gobierno y la educación y ciencia públicas.
Este segundo cuatrimestre, entonces, debe ser el terreno de una gran deliberación entre la comunidad universitaria, que lleve a preparar una segunda marcha universitaria, por lo que falta. Para esto la universidad debe buscar aliados en los movimientos de lucha, en los piqueteros, en los trabajadores que enfrentan los despidos.
Una parada central van a ser las elecciones de centro y consejeros al inicio de septiembre, donde seguramente se discutirán estos problemas políticos. La disputa entre el FEM e Identidad por el centro de estudiantes, bien visto, no tiene nada que ofrecer al movimiento estudiantil. Nuestro objetivo es militar estas conclusiones, para que abramos paso a un fortalecimiento de la izquierda dentro de Exactas y en toda la UBA.