Universidad
12/9/2025
Paro, asambleas, tomas de facultades y movilizaciones contra el veto a las universidades públicas
El movimiento estudiantil irrumpe con asambleas masivas y ocupaciones, junto a la lucha de docentes y trabajadores.

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Foto: Juan Diez @ojoobrerofotografia @mr.j.ten
La decisión de Milei de vetar la Ley de Financiamiento Universitario, a días de haber sido derrotado en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, desató la respuesta del movimiento estudiantil y docente. Con paros, asambleas, ocupaciones en algunas facultades y una marcha federal pautada para la semana que viene, comienza a gestarse una nueva rebelión educativa.
Milei, carente de mandato popular, refrendó su orientación de ajuste vetando las mejoras presupuestarias para las universidades y el Hospital Garrahan. La Asociación Gremial Docente (AGD) de la UBA ya había alertado sobre esa posibilidad y preparó la reacción frente a un eventual veto organizando más de 80 clases públicas en Plaza de Mayo el pasado miércoles. Por su parte, desde la UJS (juventud del Partido Obrero) y sus posiciones en los centros de estudiantes se impulsó la perspectiva de "si hay veto, hay ocupaciones de las facultades y una gran marcha universitaria en septiembre".
Efectivamente lo hubo y fue recibido por un paro de la docencia universitaria con clases públicas y cortes de calle, como el de Avenida Córdoba y el de Independencia. En varias facultades de la UBA y de la UNA y en algunas universidades del conurbano, como la UNGS, se desarrollaron asambleas estudiantiles para discutir cómo derrotar el veto de Milei. En el caso de Filosofía y Letras y Veterinaria de la UBA y de Movimiento y Visuales de la UNA, los estudiantes resolvieron tomar los establecimientos.
En el día de las fecha los docentes y no docentes universitarios se encuentran de paro. La AGD se dispone a marchar de Congreso a Plaza de Mayo junto al sindicalismo combativo. A su vez, habrá una tercera marcha federal en defensa de la universidad pública el día que se trate el veto en el Congreso. Como vemos, volvió a encenderse la llama de la lucha universitaria.
Sucede que la asfixia presupuestaria para las universidades es verdaderamente insoportable y pone en riesgo su supervivencia. Tal es así que, entre diciembre 2023 y julio 2025, los salarios de los docentes y no docentes universitarios cayeron 28,7%. Sin ir más lejos, un docente ayudante de primera con dedicación parcial gana apenas $308.641,99 por mes. Para colmo, el gobierno acaba de recortar partidas destinadas a la Secretaría de Educación por $120.000 millones, afectando principalmente al nivel superior.
Sin docentes y no docentes no hay universidad. Los estudiantes lo saben y por eso retoman junto a ellos el camino de la lucha. Hay que profundizarlo poniendo en pie asambleas en cada lugar de estudio y ganando las calles para hacer de la marcha federal prevista una nueva movilización histórica en defensa de la educación pública.

