Universidad
16/12/2025
Sociales UBA: un año de la conducción de la 15-AxS y su debacle a la hora de luchar
Pongamos en pie al movimiento estudiantil para conquistar todas nuestras reivindicaciones y echar a Milei.
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Sociales.
Luego de un año 2024 de álgidas instancias de rebelión universitaria, el 2025 arrancó en Sociales en dos encrucijadas: ¿Cómo vamos a defender la universidad pública del ataque de Milei? y ¿Cuál es la estrategia política para enfrentar este ataque? Las inmensas movilizaciones como la marcha LGBT+ antifascista del #1F, la movilización del 24 de Marzo o los miércoles de los jubilados preparaban un clima apto para potencializar las luchas en curso y pujar a una nueva movilización.
Sin embargo, el centro de estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales, con la actual conducción de la 15 (La Mella-La Cámpora) y Acción por Sociales (El Mate-Urbana), lo que menos incentivó fueron escenarios de debate, organización y lucha. Como hemos advertido desde fines del 2024, la integración de la 15 a la gestión de la facultad y su apego a la agenda de la decana Ana Arias, echó por tierra la expectativa de lxs estudiantes que lxs acompañaron durante las elecciones. Si bien La UES (agrupación estudiantil que expresa los intereses del rectorado) se fue, el CECSo quedó en manos de la gestión del decanato. El CECSo entonces no cambió los usos y costumbres de mandatos anteriores, cumplió un rol totalmente burocrático vaciando la facultad de asambleas y acciones de lucha, para enfrentar a este gobierno del que dicen ser oposición.
La 15-AxS: el CECSo de la decana, ni popular ni nacional
Es inevitable pensar, a la hora de hacer un balance de las luchas en curso en Sociales y el conjunto del movimiento estudiantil, cuál fue el rol del centro de estudiantes. La 15 había ganado las últimas elecciones sosteniendo que era un centro que superaría la inmovilidad de la UES, convocando a instancias de deliberación y lucha; pero dejó pagando a un sector del estudiantado con falsas promesas y deslizó todo un programa desde la gestión de la facultad totalmente reaccionario con los docentes, los nodocentes y los estudiantes.
Por un lado, cabe señalar que mientras los nodocentes de nuestra facultad hacían regularmente asambleas, ruidazos y semaforazos o nuestros docentes de la gremial de AGD hacían paro, clases públicas en Fsoc y en Plaza de Mayo; el CECSo se acomodó a la agenda del decanato de Ana Arias en nuestra facultad. La 15 y AxS concentraron la gestión de su centro en una versión 2.0 de los centros reformistas (Franja Morada). Participaban de las acciones convocadas por el decanato junto con rectorado, acciones dedicadas más a seguir el método de “dialogar con el presidente” antes que enfrentarlo. Ya la experiencia nos mostró que el diálogo con este gobierno era un método que había fracasado, el rectorado utilizó la lucha estudiantil para presionar y cerrar un acuerdo de aumento en gastos de funcionamiento. Todo lo que era salario docente y no docentes, becas y mejoras en infraestructura... ¡fuera!
Así mismo, en Sociales, La Mella y La Cámpora llegaron a ser una penosa conducción con menos asambleas que la UES, y con solo una comisión directiva, que fue en el traspaso de su gestión. Estas dieron una pelea por desmovilizar al conjunto del estudiantado y no se volcaron a llevar una lucha política por la defensa de la universidad pública. En cambio banalizan toda instancia posible de reagrupamiento del estudiantado, evitando las asambleas hasta cuando metieron presa a su propia dirigente, Cristina Kirchner, y un sector del estudiantado pedía una asamblea para pensar formas de enfrentar el ataque a las libertades democráticas de este gobierno. Tal es su negación a la lucha, que la toma que hicieron por Cristina fue de facto, y los estudiantes movilizados por esa causa quedaron fuera de las acciones que sucedían en su propia facultad. La Mella y La Cámpora, una vez más, en vez de generar espacios democráticos de intercambio, reagrupamiento y organización de las distintas luchas y manifestaciones en curso, utilizó el CECSo como una unidad básica, haciéndole el juego a la derecha y evitando así organizar un movimiento que esté a la altura de enfrentar a este gobierno que viene contra la universidad pública, la ciencia en general y las ciencias sociales en particular.
Tal es su cooperación con este gobierno, que cuando gracias a la presión de los estudiantes y de la izquierda, tuvimos asambleas grandes contra el veto a la Ley de Financiamiento Universitario, tanto La Cámpora como La Mella boicotearon las tomas y futuras asambleas. Aún así, la movilización contra el veto tuvo una amplia participación del estudiantado y el conjunto de la comunidad educativa. Sin embargo, se derrotó el veto pero quedaron la desmovilización del movimiento y la posibilidad de este gobierno de rearmarse para imponerlo nuevamente. Conclusión, el planchazo salió caro.
Mientras, Urbana y El Mate se volcaron a una campaña clientelar de la mano de los recursos del rectorado y del decanato, gestionando una perfo de “garantizar lo que el gobierno no garantiza”; así vemos por ejemplo programas de atención médica de Odontología. Pero sin embargo, si hablamos de las necesidades materiales de los estudiantes, estas agrupaciones no fueron capaces de organizar ni una asamblea por el boleto estudiantil en CABA. Así como también se niegan a hacer una campaña integral para exigirle tanto a Jorge Macri como a Axel Kicillof un boleto estudiantil que incluya ambas jurisdicciones y sea tanto para estudiantes que residan en Capital como en el conurbano y viajan durante horas para asistir a las clases en la UBA.
Por otro lado, es imperioso aclarar que no solo sostenemos que la 15 y AxS son el bloque de la gestión en el CECSo por su gran participación en la desmovilización del estudiantado y semejanza a las agrupaciones reformistas (Nuevo Espacio-Franja Morada) que acompañan al rectorado, sino también por la avanzada reaccionaria en la reforma de los planes de estudio de nuestras carreras y la implementación de la Sacau. Así lo vemos con su posicionamiento ante las reformas de plan de estudio de Trabajo Social o Sociología. En el caso de Sociología, utilizan la excusa de ser un plan viejo y de las presiones actuales de los estudiantes para conseguir trabajo, en un mercado laboral muy dinámico. Se busca la adaptación al mercado laboral, en un contexto de convenios de trabajo que están en peligro mediante la nueva reforma laboral y que la esperanza de un trabajo no precarizado se licua ante este nuevo escenario. En el caso de Trabajo Social, hablan de la necesidad de “facilitar la carrera” y con eso justificar el recorte de materias. La adaptación a la Sacau mediante esta reforma, implica el peligro de profesionales vacíos de toda formación crítica. Sin dudas, lo que expresa estas dos reformas de planes, distintas en contenido claro pero similares en su finalidad, es una adaptación de nuestros títulos a los requerimientos del mercado laboral precarizado pero a costa del recorte de prácticas y formación teórica en nuestras profesiones.
Pero aún con todo esto, la debacle luchista del CECSo se incrementa no solamente por todo lo mencionado anteriormente. La conducción de la 15 y AxS no solo se involucró en no dejar que prenda la mecha y enfriar las ganas de luchar y organizarse de lxs estudiantes, sino que también le dio la espalda a las luchas en curso del movimiento popular. Además de las grandes movilizaciones de la universidad, un eje importante en la lucha de clases fueron las movilizaciones y acciones de visibilización del Hospital Garrahan. Los trabajadores del hospital pediátrico más importante de Latinoamérica, junto a las familias de los pacientes, se organizaron para defender el hospital, sus puestos de trabajo y una atención de calidad. El Garrahan no se cierra fue un reclamo popular, pero sin embargo el CECSo ha movilizado a dos o tres compañeros una sola vez, convocando siempre horas antes de las acciones (y hasta no asistiendo pese a esto). Otra ausencia del CECSo fue en los miércoles de jubilados, mientras la 15 se embandera de Norma Pla, la conducción del CECSo no ha convocado a participar (ni participó) de las concentraciones de los miércoles de jubiladxs. Es preferible entonces, para un centro concentrado en los servicios, evitar que se les vuelva a prender fuego el kiosco del centro, antes que ir a bancar las luchas populares en curso como a los trabajadores del Garrahan, al movimiento piquetero en su lucha por obtener alimentos en los comedores populares y a los trabajadores de prensa como Pablo Grillo y los jubiladxs en la marcha de los miércoles. Mientras Patricia Bullrich se coronó como una de las grandes represoras del pueblo argentino, la conducción del CECSo se envalentona en sus internas y se vuelca a la inacción.
La UES: la agrupación del rectorado
Nos detendremos un momento para mencionar a la UES, que luego de su derrota en las últimas elecciones buscó rearmarse mediante su fiel clientelismo tradicional estilo franja morada. La UES, mediante acuerdos y recursos del rectorado y siendo la pata estudiantil de este, utilizó los recursos como kit escolares, servicios de atención en salud, becas y hasta se ha puesto un kiosco paralelo en su mesita para retener a un sector de los estudiantes.
En términos de lucha, la UES desconoce ese tipo de expresiones, ahora dado el cambio de época está intentando hacer distintas perfos de “participar en asambleas” (a las cuales no invita a estudiantes, y asiste uno solo como vocero de su posición) o exigir comisiones directivas. Estas últimas las exige no con el fin de promover un nuevo espacio de intercambio político y blanqueamiento de la situación real de las finanzas del CECSO, sino para aislar mucho más las discusiones políticas del estudiantado y evitar que se expresen potencialmente en asambleas como fue en el 2024 durante el proceso de tomas.
Una vez más, la UES presenta batalla en donde se siente más cómodo: la rosca de pelea por cargos y cajas. No debe sorprendernos, entonces, que la “juventud de Scioli” (actual secretario de Ambiente y Turismo del gobierno nacional) no impulse acciones para la construcción de un movimiento estudiantil que le tuerza la mano a Milei. La UES no puede jugar de oposición, participando en las diversas movilizaciones que se enmarcaron como opositoras al gobierno, porque sigue acompañando un bloque tanto político como sindical, desde Scioli hasta el rectorado, que negocia abiertamente con este gobierno.
Y esto es un costo político que atraviesa actualmente a esta agrupación. La UES está en un franco retroceso y por lo tanto se abre un canal para la izquierda; necesitamos dejar atrás el conflicto inter autoridades que se expresa entre los bloques estudiantiles 15-AxS (decanato) y la UES (rectorado). Es momento de radicalizar posiciones y generar una confrontación estudiantes-gestión, entendiendo que la estrategia de ir a luchar bajo el ala de las autoridades (tanto decanato como rectorado) ha despojado al conjunto de la comunidad educativa de victorias reales y que pone en peligro la continuidad de la universidad pública.
El movimiento estudiantil se pone de pie
Aunque las agrupaciones que responden a las distintas gestiones del decanato (La 15-AxS) o rectorado (La UES) intentaron apagar un activismo luchista del estudiantado, un sector minoritario del mismo acompañó las distintas luchas en curso. La solidaridad y compromiso con las clases públicas de AGD o con los semaforazos de la comisión interna no docente, fue un punto importante para poner en discusión la importancia de organizar un movimiento estudiantil independiente de todos los gobiernos y de las autoridades de la facultad y la UBA.
Las distintas asambleas que se realizaron fueron en mayoría asambleas de estudiantes autoconvocadxs y la izquierda, así como las pocas convocadas por el CECSo fueron una conquista de los estudiantes ante la bronca por el avance del ajuste de Milei, la avanzada represiva y la persecución a los derechos humanos básicos y las libertades democráticas. En este sentido la izquierda se demostró como un actor dinámico en la facultad y que empalma con el activismo propio de Sociales. Desde la UJS fuimos parte de las asambleas y claros en nuestra intervención, debíamos continuar las experiencias de lucha que inició en el 2024 el movimiento estudiantil. Habría que retomar los procesos asamblearios, las movilizaciones en conjunto con otros sectores en lucha como jubilados, el movimiento piquetero, los trabajadores de distintas ramas e investigadores de los distintos organismos públicos. Así mismo, nuestra tarea fue desmitificar la fe en el Congreso, no podíamos tener ninguna expectativa en que la solución era un Congreso que colabora con el gobierno. Era necesario construir una propia fuerza de los trabajadores y los movimientos populares, esa es la manera de defender la universidad pública y las conquistas históricas de los trabajadores que este gobierno quiere eliminar.
Y aunque la 15 y Acción x Sociales lograron que funcione el operativo antitomas y jugaron todas las cartas posibles para evitar que los estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales ocupemos la facultad, fue clave la presión de los estudiantes desde las bases para impulsar acciones de organización y lucha. Desde el acompañamiento al Garrahan hasta la regular participación en la marcha de los jubilados de los miércoles.
El bloque oficialista de la 15 y Acción x Sociales no pudo quebrantar la sensibilidad de un sector de la comunidad educativa que ante los ataques más reaccionarios de este gobierno se encontró huérfano de su representación gremial en las calles, pero acompañado de los distintos sectores en lucha. Sin embargo, todavía queda mucho por conquistar y seguir organizándonos para despertar a ese gran monstruo dormido que es la comunidad de FSOC, que organizado puede desde conquistar el edificio único de Constitución y si se lo propone, enfrentar y echar a la mierda a este gobierno antiobrero, colonial, represivo, capitalista y anticiencias sociales.
Que CECso necesitamos y las luchas en curso
El contexto en el cual escribimos esta nota, puede ser, el peor de los últimos 20 años. Luego de las últimas elecciones legislativas de octubre y la victoria de LLA, Milei y compañía se propusieron a avanzar todo tipo de reformas estructurales. Milei tiene como objetivo conquistar la reforma laboral, del Código Penal, educativa y tributaria; con el fin de liquidar los derechos de la clase obrera para aumentar la tasa de ganancia de los empresarios.
La reforma laboral presentada por Milei, con apoyo de los grandes capitalistas y el imperialismo norteamericano, avanza en una agenda reaccionaria antiobrera que incluye desde la quita de indemnización hasta la redistribución de vacaciones según la patronal, pulverizando el salario, atacando el derecho a huelga y a la organización, así como eliminando los convenios colectivos de trabajo. Una reforma que trae más explotación capitalista y criminalización de la protesta social.
En este contexto y con un CECSo que desmoviliza al conjunto de los estudiantes, se nos abre un nuevo escenario: o echamos a Milei o nos echa a nosotros, no solo de la universidad pública sino de toda posibilidad de mejores condiciones de vida. El movimiento estudiantil de Sociales debe radicalizar posiciones, o nos organizamos por la defensa de la salud, la educación, la ciencia y los derechos laborales o nos entregamos a la reforma laboral esclavista de Milei y la entrega de recursos naturales al imperialismo yanqui.
Y aquí somos claros, porque no hay lugares para “tibios”, la juventud está viviendo uno de los peores escenarios en términos laborales que claramente nos afectará en nuestro desarrollo académico y como profesionales, estas reformas que presenta el gobierno bajo el pretexto “modernización” o “emprendedurismo” representan fuertes ataques. Y ser los voceros en alertar y explicar las necesidades inmediatas de organizarnos contra esto, no es de conservadores, todo lo contrario; es entendiendo que el capital solo puede sostenerse mediante un plan de ataque contra nuestras condiciones de vida, de mayor explotación a la clase trabajadora y un ataque general a los distintas instituciones o espacios donde se atiende o asiste (salud, universidad, comedores populares).
Desde la UJS tenemos en claro tres puntos: primero, que a este gobierno solamente se lo puede derrotar si unificamos todas las luchas. La juventud, así como lo demostró en el Cordobazo o en el 2001, debe convertirse en un actor político mediante la organización junto a los trabajadores y los distintos sectores en lucha. Pero tampoco hay que irnos tan lejos en la histórica, la fuerza ya la mostramos en el 2024 con las grandes marchas federales educativas que movilizaron a un gran sector de la población argentina. Necesitamos romper con el hermetismo de Sociales, salir a las calles y ser actores activos en esta pelea contra la reforma laboral, penal y educativa. Una primera parada que tenemos es la movilización del jueves 18/12 contra la reforma laboral, convocada por el movimiento piquetero, los trabajadores, sindicatos y jubilados.
En segundo lugar, debemos romper con las conducciones burocráticas estudiantiles (Nuevo Espacio/La Mella/La Cámpora), que lo único que hacen es paralizar al movimiento estudiantil y aislarlo en sus luchas, porque lo que esconden de fondo es la intención de evitar la construcción de una conciencia que canalice la bronca y vaya a buscar a todos los responsables, oficialismo y aliados de la oposición, del ajuste en educación. Por esto es fundamental, recuperar el centro de estudiantes de Sociales, generar instancias de asambleas permanente para despertar al gran monstruo que es Fsoc y discutir cómo prepararnos para la lucha histórica que tenemos hoy en día, de hacerle fiel a nuestra historia y defender las condiciones de vida y materiales del conjunto de la clase obrera.
En tercer lugar, tenemos ejemplos vivos de conquistas de trabajadores como los del neumático o el Garrahan, sus sindicatos clasistas e independientes de la patronal y los gobiernos; muestran cómo con un plan de lucha, paros y movilizaciones, hasta en un contexto reaccionario como el actual, se puede conseguir un aumento salarial por encima de la inflación. Y esto no es magia ni amiguismo, es la fuerza de sectores que no piensan retroceder ante este gobierno y se organizan para combatirlo. Necesitamos utilizar estos ejemplos que marcan el camino, para preparar una juventud que esté a la altura de enfrentar a este gobierno. Ni confianza en las autoridades (y sus representantes estudiantiles) ni en el Congreso, para que prenda la mecha necesitamos poner en pie un movimiento estudiantil que se organice y lo saque a Milei a patadas.



