Educación
30/5/2025
La lucha en defensa de la educación pública en estado de efervescencia
Organicemos desde abajo la 3era marcha educativa nacional y un plan de lucha hasta la huelga general educativa.

Seguir
Marcha educativa.
El ataque al salario docente es el núcleo de la guerra de Milei contra la educación pública. La respuesta de los más de 20.000 docentes autoconvocados que ganaron las calles en Catamarca contra el decretazo anti-educativo del gobernador Jalil, el favorito de Milei, es el ejemplo a seguir en todo el país por docentes, estudiantes, no-docentes y trabajadores de la educación en general.
Surge una pregunta importante: ¿la rebelión docente de Catamarca quedará confinada a esa provincia o es el anticipo de lo que se viene en el país? Desde ya, hacer futurología no es correcto, pero podemos dar certeza de que la tarea es luchar para que ocurra la segunda opción. Existen elementos de donde agarrarnos para dar esa pelea: la semana pasada el mundo universitario estuvo sumamente convulsionado. En la UBA el sindicato AGD convocó a paro lunes, martes y viernes, este último en función de coincidir con el paro y la masiva movilización no-docente convocada por Fatun. La ConaduH convocó a parar lunes y martes en todas las universidades nacionales. En universidades del conurbano, como la UNSAM y la UNGS, se realizaron clases públicas y/o ruidazos. Este miércoles, aunque acotada al “aparato”, hubo una concentración frente al Congreso nacional convocada por los sindicatos y federaciones docentes y no-docentes, la FUA, la Fuba y un abanico de centro de estudiantes. Algunos pocos sindicatos docentes pertenecientes a la Conadu pararon, aunque dicha federación no convoco a parar. El jueves hubo una concentración masiva en defensa del polo científico y más tarde una imponente movilización del Garrahan contra el vaciamiento de Milei. El Garrahan y la UBA están fuertemente conectados, tal es así que decenas de estudiantes, sobre todo de las facultades de Medicina, Psicología y Farmacia y Bioquímica, se movilizaron fuertemente.
Estas acciones dan cuenta que en las universidades crece la preocupación, la bronca y las ganas de organizar la pelea. Ocurre algo muy simple: sin docentes la universidad no puede funcionar, y sin salario los docentes no pueden dar clases.
El estado de efervescencia en la cuestión educativa abarca a la poderosísima y combativa docencia bonaerense, que se rebeló contra la paritaria de hambre de Kicillof-Baradel y protagonizó un parazo con un acatamiento del 95% en las escuelas. Es importante destacar cómo los gobernadores, aún con sus diferencias palpables entre sí y respecto a la relación que cada uno tiene con Milei, promueven un ajuste en la educación publica que tiene como blanco el salario docente y el presupuesto de infraestructura (en un contexto donde la mayoría de los establecimientos educativos se encuentran en un estado calamitoso).
¿Se viene o no se viene la 3era marcha educativa nacional?
Producto de la presión y el malestar que crecen por abajo en cada universidad y facultad, el CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) de rectores, en conjunto con los sindicatos docentes y no docentes, y las federaciones estudiantiles burocráticas, anunciaron la convocatoria a una marcha federal educativa para la semana del 23 de junio. La posibilidad de que esa jornada, aun difusa, se concrete, sea exitosa y abra un curso de acción directa y sostenida con la perspectiva de una verdadera huelga general educativa para quebrar la motosierra de Milei-Caputo y el FMI, depende sobre todas las cosas de la capacidad del activismo independiente y de la izquierda de tomarla en sus manos y organizarla en cada lugar de estudio.
Nada podemos esperar de los rectores del CIN, quienes el año pasado fueron los grandes responsables de congelar la lucha luego del veto de Milei y del proceso de ocupaciones de universidades y facultades que se desarrollaron en todo el país, y que, además, acaban de pactar con Capital Humano una contrarreforma universitaria cuyo eje es la privatización y la mercantilización universitaria. Lo mismo vale para los centros y federaciones de estudiantes que, conducidos por radicales o peronistas, actúan sistemáticamente para desorganizar o contener los procesos de lucha. La Fuba y la FUA, ambas conducidas por el radicalismo de Yacobitti, sacan las banderas solo para la foto. El peronismo actúa en la misma sintonía: los centros que dirige La Cámpora en la UBA mantienen una profunda pasividad frente al ajuste, los espacios de organización brillan por su ausencia. Pasa también en el conurbano, como en la Untref, donde la organización de Máximo Kirchner destruyó por completo el centro de estudiantes y lo tiene únicamente como un sello de goma, o en la UNGS donde el centro dirigido por la agrupación del Intendente “Leo” Nardini, aliado a Kirchner, directamente tomó el centro por asalto y se autoextendió el mandato hasta el año que viene, en una asamblea trucha donde solo accedieron militantes del PJ malvinense, lo cual suscitó una potente respuesta de los estudiantes en defensa de la democracia estudiantil.
Organicemos la movilización
El impulso y organización de la tercera marcha educativa nacional tiene que ser la principal preocupación de todo el activismo estudiantil universitario, terciario y secundario. Una verdadera rebelión educativa nacional contra la motosierra de Milei y el ajuste de los gobernadores puede convertirse en un duro golpe al régimen anti-obrero y represivo del gobierno nacional, y además colaborar en abrir un torrente de luchas populares, las cuales se vienen desarrollando dentro del movimiento obrero cada vez de forma más creciente.
Vamos a cada lugar de estudio a organizar esta pelea. Impulsemos pasadas por cursos, petitorios para organizar las reivindicaciones precisas de cada casa de estudios, reuniones abiertas, asambleas interclaustros convocadas por los sindicatos o autoconvocadas desde las bases. Preparemos la jornada de la semana del 23J con acciones locales: ruidazos, semaforazos, movilizaciones a los centros neurálgicos de cada lugar, festivales y acciones culturales que visibilicen el conflicto, etc.
Milei no es ningún emperador ni ha establecido una nueva “hegemonía”. Es un gobierno cuyo esquema económico está repleto de contradicciones. Esta en pie porque, por un lado, el establishment y el FMI lo han rescatado para que la economía no salte por los aires; por otro lado porque la oposición, incluyendo desde los radicales “democráticos” de Lousteau hasta el kirchnerismo, lo han salvado en el Congreso más de una vez, y el peronismo a través de la CGT cumple un rol de gobernabilidad escandaloso a costa de entregar los derechos de los trabajadores.
Podemos derrotar el ajuste del gobierno si desde abajo, junto a los trabajadores que la vienen peleando, abrimos un curso de lucha y movilización contra la motosierra. El cuadro político muestra que hay reservas de lucha.
En honor a un nuevo aniversario del Cordobazo, hagamos carne la unidad obrero-estudiantil para que Milei, los gobernadores y el FMI sientan el verdadero “cagazo”.
