Antisionismo no es antisemitismo

Censura sionista: imputan a Vanina Biasi en la causa trucha por “antisemitismo”

En pleno genocidio en Gaza, el fiscal Eduardo Taiano continúa el trabajo de persecución política iniciada por Stornelli, a pedido de la DAIA.

Integrante de Judíes x Palestina

Vanina Biasi siempre luchó en defensa del pueblo palestino.

En un nuevo episodio judicial de persecución política, la diputada del Frente de Izquierda Unidad, Vanina Biasi, fue imputada por “justificar y promover el odio contra la comunidad judía”. El fiscal Eduardo Taiano, que continúa la tarea iniciada por Stornelli, pide al juez que le tome declaración indagatoria y pretende avanzar luego en un procesamiento que busca atemorizar a todas las voces de solidaridad con el pueblo palestino.

En momentos en que el mundo entero se horroriza ante la escalada de agresiones y violaciones a los derechos humanos por parte de Israel, no solo en Gaza sino también en Cisjordania, Jerusalén y Líbano, el Poder Judicial argentino se alinea con el gobierno de Milei en su apoyo cerrado al genocidio comandado por Netanyahu.

Como hemos explicado previamente, el conjunto de la acusación se basa en la premisa falsa de toda falsedad que iguala al sionismo y al Estado de Israel con el pueblo judío, y por lo tanto pretende que el antisionismo y las críticas a Israel equivalen a antisemitismo. Para establecer dicha conexión, se apela al informe y testimonios de partes interesadas y comprometidas en la defensa de Israel y su política criminal: Ariel Gelblung, del Centro Simón Wiesenthal para América Latina, Alejandro Finnochiaro y Fabiana Loguzzo (ex y actual embajadores de Argentina ante la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto -IHRA), y el juez Franco Fiumara.

La apelación a la definición de antisemitismo acuñada por la IHRA es, en sí mismo, un despropósito jurídico y político. La definición de la IHRA no es jurídicamente vinculante según su propio preámbulo. Además, de once ejemplos que se mencionan, siete no son sobre la discriminación judeófoba, sino sobre el Estado de Israel. Existe, en cambio, la Declaración de Jerusalem de Antisemitismo (JDA) una definición mucho más seria, respaldada por centenares de académicos judíos, estudiosos del holocausto y de la historia de Medio Oriente, que justamente apunta a evitar la instrumentalización del antisemitismo como arma de censura por parte de Israel y sus cómplices.

La elevación del pedido de indagatoria se da en el mismo día en que Argentina votó, junto a Israel y Estados Unidos, en contra de una resolución de la ONU que insta al gobierno de Netanyahu a abandonar los territorios palestinos ocupados en el plazo de 12 meses. Con 124 votos a favor, 14 en contra y 43 abstenciones, se exigió a Israel que “ponga fin sin demora a su presencia ilegal en el Territorio Palestino Ocupado, que constituye un hecho ilícito de carácter continuado que genera su responsabilidad internacional, y que lo haga a más tardar 12 meses después de la aprobación de la presente resolución” (Ámbito, 18/9). El presidente Javier Milei hizo un nuevo aporte al sionismo, luego de declarar a Hamas organización terrorista, anunciar la provocación del traslado de la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén, y de manipular la causa Amia para forzar una ofensiva internacional contra Irán.

A pesar de todo esto, la campaña internacional de solidaridad con Vanina, en defensa de la libertad de expresión y contra las agresiones sionistas, crece. En este punto, resulta positivo el precedente inmediato de los tribunales de la Ciudad de Buenos Aires, que por segunda vez absolvieron a Alejandro Bodart frente a acusaciones similares, luego de un juicio donde decenas de testigos de la talla de Adolfo Pérez Esquivel, (premio Nobel de la Paz) Norman Briski (actor judío y referente de la cultura), como así también referentes políticos de la izquierda, explicaron con lujo de detalle que antisionismo no es antisemitismo.

La causa contra Vanina Biasi, contrario a los intereses del sionismo, representa una oportunidad enorme para profundizar la difusión y la denuncia del genocidio sobre el pueblo palestino, mostrar los crímenes del Estado de Israel, y para explicar que sionismo no es judaísmo. La voluntad de censura y de criminalización de las expresiones de Vanina Biasi es, en sí misma, una confesión por parte del sionismo de la gravedad de sus prácticas sobre la población palestina. Profundizaremos la campaña en todos los terrenos, en conjunto con las acciones legales, para defender la libertad de expresión y aportar a la causa del pueblo palestino.

Al que hay que vetar es a Milei
Un presidente sin quórum y sin rating festeja con asado el hambre de los jubilados. –
prensaobrera.com