Importante reunión de coordinación de la lucha en la sede del Sutna
Con sindicatos combativos, asambleas populares, movimientos piqueteros y organizaciones políticas, de derechos humanos, de la cultura, ambientales y estudiantiles.
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Más de 200 compañeros y compañeras se hicieron presentes.
Este jueves 8 se realizó una importante reunión de coordinación de sindicatos combativos, asambleas populares, movimientos piqueteros y organizaciones políticas, de derechos humanos, de la cultura, ambientales y estudiantiles en la sede del Sutna. Más de 200 compañeros y compañeras se hicieron presentes, y hubo más de 60 intervenciones en el debate. La reunión estuvo marcada por las perspectivas de la lucha contra Milei luego de la caída de la Ley Ómnibus. Las organizaciones presentes jugaron un rol muy activo en esta lucha, ganando las calles y el Congreso durante todo el tratamiento. La reunión discutió diferentes propuestas de acción inmediata y dejó planteada un nuevo encuentro el 23 de febrero, en el que se resolverá la convocatoria a una encuentro/asamblea/plenario de trabajadores ocupados y desocupados, asambleas populares y de todos los sectores en lucha.
La presentación de la reunión corrió a cargo del secretario adjunto del Sutna, Eduardo Mansilla, quien dio la bienvenida, reivindicó la lucha que se viene llevando adelante y la coordinación a partir del plenario convocado por este sindicato en El Jagüel, y convocó a la solidaridad con la lucha de los trabajadores del neumático que enfrentan los despidos en Bridgestone. Mansilla reivindicó el gran paro en la fábrica llevado adelante el miércoles, luego del acto de solidaridad con la lucha que se desarrolló entre los turnos mañana y tarde.
Luego intervino Eduardo Belliboni, quien reivindicó la enorme lucha del movimiento piquetero contra el hambre y la gran jornada de movilización de ese mismo jueves, en la cual una enorme columna de 30.000 compañeros de las organizaciones piqueteras copó Avellaneda cortando Avenida Mitre en el acceso al Puente Pueyrredón bajo una intensa tormenta. Belliboni planteó centralmente dos propuestas: una movilización al Consejo del Salario Mínimo cuando se trate el aumento, que será este jueves 15. El gobierno mantiene un salario mínimo de hambre, que afecta a quienes cobran programas sociales, a los jubilados, a los trabajadores fuera de convenio, entre otros sectores.
Además, Belliboni propuso la realización de una asamblea nacional de trabajadores ocupados y desocupados, asambleas populares, de la cultura y todos los sectores en lucha el 16 de marzo. Una propuesta que ocupó gran parte del debate de la reunión. Algunas organizaciones, sin rechazarla, plantearon que debiera realizarse más adelante. Pero, para que sea una herramienta de lucha en esta etapa, una fecha tan tardía la coloca fuera de la agenda de los desafíos que tiene hoy este movimiento de lucha. En marzo la asamblea cumpliría un rol no solamente de coordinar iniciativas de lucha, sino de organización para plantear la necesidad de un plan de lucha que involucre a los sindicatos, la CGT y las CTAs, y a la preparación de la movilización 24 de marzo con el Encuentro Memoria Verdad y Justicia. Además empalmaría con la vuelta a clases, que colocará a estudiantes y docentes frente al desafío de enfrentar el ajuste en educación. Finalmente se acordó que se recabarán mandatos en todas las organizaciones y asambleas para resolver el 23 de febrero sobre la convocatoria a este encuentro.
Numerosos compañeros y compañeras de asambleas populares intervinieron mostrando el proceso de organización que se viene desarrollando en Capital y el Gran Buenos Aires. También estuvieron presentes e hicieron uso de la palabra organizaciones del terreno de la cultura, que vienen jugando un importante rol en la denuncia de las leyes de Milei. Y por supuesto, los representantes del movimiento piquetero y los sindicatos combativos. Vinculándose a este bloque las asambleas ganan fuerza, porque solamente con una movilización generalizada de la clase trabajadora se puede pensar en derrotar el plan de Milei contra el pueblo.
A partir de distintas intervenciones se fue delineando que la próxima etapa tendrá un rol central la lucha contra el ajuste. Caída la Ley Ómnibus, el gobierno pretende cumplir su objetivo de déficit cero con medidas salvajes contra la población trabajadora. Por eso un desafío central de las asambleas populares será enfrentar y agrupar la pelea contra los tarifazos que se vienen. Este ajuste tiene como otra víctima central el salario y los programas sociales, por eso la movilización al Consejo del Salario Mínimo juega un rol importante.
En contrapartida, varios compañeros y compañeras del PTS desarrollaron la tesis de que todo el centro de la movilización en la próxima etapa debe seguir siendo, casi en forma excluyente, el Congreso. Pero el parlamento se vuelve un centro de agitación y movilización cuando es el canal para la agenda reaccionaria del gobierno; en ausencia de esto, la lucha va a pasar por los barrios, los lugares de trabajo y una confrontación directa con un poder político que por el momento va a rehuir el debate parlamentario.
Un conjunto de asambleas populares planteó la realización el 16 de febrero de un cacerolazo en la CGT, para reclamar un plan de lucha y un paro nacional, una consigna que los cacerolazos y asambleas vienen levantando desde diciembre y que además se plasmó en la participación masiva de columnas de asambleas populares en el paro del 24 de enero, muchas de ellas con el reclamo de plan de lucha.
La reunión aprobó una agenda en relación a las libertades democráticas. Por un lado figuró la solidaridad con Eduardo Belliboni, amenazado por el presidente de la nación en una imagen satírica en la cual se presenta como un Terminator. Por otro lado se aprobó concurrir el 14 de febrero a Comodoro Py a respaldar el reclamo de anulación del protocolo antipiquetes de Bullrich, que está cuestionado en una enorme cantidad de denuncias judiciales, ya que ese día se realizará una audiencia convocada por el juez Cansanello a raíz de la presentación de la diputada del FIT-U Celeste Fierro. Por último, se votó convocar masivamente a las movilizaciones del 8 de marzo, y del 24 junto al Encuentro Memoria, Verdad y Justicia.
En la agenda que se delineó se propuso también una movilización y cacerolazo el 1 de marzo, en la fecha de apertura de sesiones del Congreso por parte del gobierno nacional.
La reunión fue un paso adelante en la organización de la lucha contra Milei. En las reuniones de los próximos días en asambleas, sindicatos y organizaciones populares será clave el debate del impulso a la asamblea nacional de trabajadores el 16 de marzo, para que sea una herramienta de organización de lucha contra el gobierno.
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