Políticas

13/4/2024

editorial

Paro con reforma laboral

Más que nunca, vamos a un gran encuentro de trabajadores para imponer un plan de lucha.

Movilización obrera en Villa Constitución. Foto: Federico Imas @ojoobrerofotografía

Ante la convocatoria de la CGT a un paro el 9 de mayo algunos recordaron a Vandor. Su máxima era parar y después negociar. Pero en este caso estamos ante algo muy distinto: negociar y… un mes después parar. La CGT en pleno, con Hugo Moyano incluido, se sentó durante horas en la Rosada para iniciar la negociación nada menos que de la reforma laboral. Un día después anunciaron el paro el 9 de mayo. Lo de Vandor fue siempre criticado por el clasismo porque las reivindicaciones importantes se arrancan con una verdadera huelga que altera las relaciones de fuerza y no con un paro acotado para negociar, pero esta versión siglo XXI parece estar muy por detrás de aquellas prácticas del “Lobo”. Empiezan entregando y después paran.

Pablo Moyano dijo que no fue a la Rosada “por dignidad, a hablar con funcionarios que se ríen de los despidos en Télam”, pero que respalda la participación de Hugo. Todo maniobra. Lo que fue indigno es que todos los participantes se reunieran con el gobierno en el marco de la feroz represión a decenas de miles de compañeras y compañeros desocupados un rato antes. Un mínimo de vergüenza los hubiera llevado a suspender la reunión.

Se cree que la moneda de cambio de “la mesa permanente de diálogo” que celebraron de ambas partes sería la homologación de las paritarias ya firmadas que estarían sumando 49 por estas horas. Sin embargo la fruta sigue sin venderse y no hay homologación alguna por ahora. El paro entonces, de movida, podría tener el valor de ser convocado para no ser una vez más desairados en la negociación planteada, como tantos que negociaron con Milei.

A la descripción hay que agregar que Moyano padre se quedó media hora más reunido tras el retiro del resto de los gordos, y trascendió que habría nuevas reuniones con el Secretario de Trabajo de Paolo Rocca, Julio Cordero. Esto quiere decir que se está negociando entonces qué paritaria sería la que en todo caso homologaría el gobierno. Y con seguridad es así porque Camioneros cerró aumentos salariales ruinosos de 12 y 9% en enero y febrero que dejaron el salario promedio camionero sin viáticos ni extras en línea de pobreza de unas 600 lucas. Los porcentajes de marzo 25% y abril 20% tienen el valor de establecer cierta recuperación del enorme poder adquisitivo perdido. Esto teniendo en cuenta el descenso que tuvo la inflación en marzo y aún podría tener en abril (a pesar de los tarifazos), debido a la fuerte recesión económica que está moderando los precios a los hachazos y con una polémica ancla cambiaria. El gobierno le está planteando a Moyano cuotificar esos aumentos hasta fin de junio, o prescindir de aumentos en mayo y junio, además de dejar afuera el reclamo de los $10.000 por trabajador aportados por la patronal con destino a la Oschoca, la obra social de la actividad, golpeada por la caída de los salarios y el ascenso de los costos de la medicina.

En resumen, el gobierno a pesar de la entregada que significa que la CGT entre en negociación de una reforma laboral antiobrera acorrala a la burocracia sindical para aceptar que los salarios sean usados como ancla de la inflación, cuando son las víctimas centrales de los aumentazos de precios y tarifas que tras la devaluación y la liberación de precios han ejecutado las patronales. El capital con el Estado y Milei a la cabeza busca compensar la caída de la tasa de beneficio por los costos energéticos, financieros, impositivos o de caída de la actividad por la vía doble de la rebaja de salarios reales y flexibilización laboral para extremar la explotación de los trabajadores.

Y en este punto hay que señalar que los aumentos de salarios van y vienen. Pero una reforma laboral es un retroceso histórico del movimiento obrero y no ha sido desmentido que se estén aceptando algunos de los puntos clave del proyecto radical que sería la nave insignia: cambio de indemnizaciones por un fondo del 8% mensual tipo Uocra, aumento del período de prueba a seis meses y eliminación de multas al trabajo informal. Esto se suma al reciente fallo de la Corte disminuyendo drásticamente el cálculo de intereses de la retroactividades judiciales laborales. Por otro lado se estaría incluyendo la esencialidad docente, contra el derecho de huelga, y vuelve plenamente el tema del pasaje del Fondo de Garantía y Sustentabilidad de la Anses al Tesoro lo que constituye un robo de U$S 50.000 millones al sistema previsional.

En este contexto debemos caracterizar el paro del 9 de mayo, precedido por una movilización escondida el 1º de mayo al Monumento al Trabajo, no a la Plaza de Mayo del poder político. Un paro que se presenta dominguero, de 24 horas, sin movilización, cuando la más elemental progresividad requiere un paro activo de 36 horas con abandono de plantas que puede ser el efectivo canal de una potente movilización obrera y popular que dé comienzo a un plan de lucha. Con estas medidas la burocracia busca disimular el default del peronismo como una oposición política al gobierno.

El desdoblamiento de la movilización  y el paro persiguen el deliberado propósito de evitar el camino de una irrupción obrera hacia la huelga general. Esto cuando hay movimientos profundos que muestran la maduración que la CGT dice no existir, como la masividad que tuvieron las movilizaciones metalúrgicas de Campana y San Nicolás y aún el vaciado paro y movilización de Acindar en Villa Constitución aislado por Furlán que faltó a la cita para firmar una paritaria a la baja. Otro caso fue el paro de UTA, postergado sin motivo alguno, pero masivo aún en las líneas que trató de frenar el agente sindical de Dota, Bustinduy. Y ha sido muy significativo el paro de Conadu Histórica, sus movilizaciones y clases públicas docente-estudiantiles lo que hace prever una marcha de masas de toda la comunidad universitaria, docente, estudiantil y no docente el día 23. Otro caso fue el paro fabril de Pepsico contra más de 30 despidos, impuesto desde abajo contra un sindicato ausente por completo. El propio paro y movilización de ATE el lunes 8 fue el más importante aunque las direcciones de ATE y UPCN se nieguen a organizar a fondo una respuesta unificada de los estatales contra los 15 mil despidos. Y la movilización de las organizaciones piqueteras que agrupó a decenas de miles reclamando comida para los comedores y que logró ocupar la Avenida 9 de Julio durante horas y como hemos mencionado fue brutalmente reprimida.

Para marcar un camino de plan de lucha y huelga general se movilizaron el 12 los sindicatos y comisiones internas combativas junto a los despedidos a Trabajo. Con esa agenda tenemos que arribar al Encuentro de Trabajadores Ocupados, Desocupados, Asambleas Populares, de la Juventud y de la Cultura para realizarse el próximo 27 de abril en Plaza de Mayo, convocado por un colectivo de organizaciones de lucha que viene reuniéndose y organizando una respuesta a los ataques del gobierno. En el mismo sentido tenemos que convocar a centros de estudiantes, al Plenario del Sindicalismo Combativo, a todos, todos los sectores populares y de lucha. Hay que superar la política del peronismo y de la burocracia sindical que es funcional al gobierno de Milei y ofrecer una salida de los trabajadores a la crisis capitalista.

Las más de cien asambleas abiertas del Partido Obrero que se realizan estas semanas en todo el país tienen ese objetivo. Acercar a los luchadores a esta perspectiva.

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