El pasado 11 de abril se hizo pública la capacitación a las fuerzas policiales de la localidad cordobesa de Río Tercero en el uso represivo de “armas no letales”. Las armas son de puño con propulsión a Co2 y carabina simil M4 con propulsión a aire comprimido, utilizando compuestos derivados del gas pimienta que generan dificultades para respirar y náuseas. En Córdoba ya fueron capacitados alrededor de 5.000 efectivos.

Ambas armas son fabricadas por la multinacional Byrna, de orígen estadounidense, que tiene su planta de fabricación en Ezeiza, provincia de Buenos Aires, cuyo CEO es Guillermo Iglesias. Dicha firma trabaja en conjunto con la empresa Bersa, que fabrica armas de fuego, la cual es de origen nacional y está a cargo de Manuel Pizarro. Las dos empresas intervinieron de manera activa en las actividades llevadas a cabo en Córdoba capital, que iniciaron en enero del 2024, tras ser incorporadas en agosto del 2023 como parte de la ley provincial de Seguridad Pública y Ciudadana 10.954.

Sin embargo, poner armas de tortura en manos de un aparato descompuesto está lejos de avanzar en una política para combatir la inseguridad, que crece a pasos escalofriantes en la provincia, donde una y otra vez la policía está involucrada en el delito. Se trata de instrumentar a las fuerzas estatales, que todos los días son noticia por detenciones arbitrarias y torturas en el servicio penitenciario, para que sigan sumando víctimas. Dicho de otra forma, lo que verdaderamente avanza es el negocio de las armas y el reforzamiento del aparato represivo.

Milei y los gobernadores se aprestan a llevar adelante un programa de ajuste y reformas antiobreras, y necesitan un equipo represivo fuerte para cuando se intensifique el conflicto social. El gobierno de Martìn Llaryora, en acuerdo con los intendentes del interior -como en este caso, Marcos Ferrer de Juntos por el Cambio- actúan preparando sus fuerzas para enfrentar las huelgas y movilizaciones que se avecinan en respuesta al ataque de conjunto contra las condiciones de vida de lxs trabajadorxs y cuando la amenaza de despidos en el polo industrial de la localidad de Rìo Tercero está latente desde la asunción del liberfacho.

Por su parte, los movimientos y organizaciones en lucha, con la perspectiva de fortalecer las luchas obreras y populares que se levantan en la provincia, este jueves 18 de abril a las 18 horas en Plaza San Martín de la ciudad de Córdoba, desarrollarán una gran asamblea de trabajadores ocupadxs y desocupadxs para preparar la huelga general y derrotar a la motosierra de Milei y Llaryora, estableciendo un rumbo para lxs trabajadores.

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