Políticas
23/8/2024
Se reglamentó el Rigi, más entrega nacional y depredación del ambiente
Lo apoya todo el arco político patronal.
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Minería a cielo abierto.
Se reglamentó el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (Rigi), incluido en la Ley Bases aprobada el 12 de junio en medio de una feroz represión a las afueras del Congreso. El mismo reforzará el saqueo nacional a manos de las multinacionales, con consecuencias muy negativas para los trabajadores y el ambiente.
El Rigi contempla rebajas impositivas y aduaneras y beneficios cambiarios para las inversiones que superen los U$S 200 millones en las siguientes ramas: hidrocarburos, energía, forestoindustria, turismo, construcción, minería, tecnología y siderurgia. Los pulpos que inviertan en estos rubros no solo tendrán una carga tributaria mínima, sino que además, al tercer año podrán disponer libremente de la totalidad de las divisas producidas sin la obligación de liquidarlas en el país. Como vemos, estamos frente a una entrega nacional sin precedentes.
Así, proliferarán los proyectos extractivistas donde los monopolios foráneos se apropian de los bienes comunes locales, despojando de su territorio a las comunidades y contaminando el ambiente. Esta orientación no hace más que profundizar la matriz primarizante de la economía argentina y la dependencia nacional frente a al capital extranjero.
Esta iniciativa recibió el apoyo de todo el arco político patronal. Mientras algunos de Unión por la Patria vociferaban contra el Rigi, tres de sus senadores votaron a favor del mismo. A su vez, el gobernador bonaerense Axel Kicillof se apresuró a proponer un Rigi provincial en su intento frustrado de conseguir que la planta de GNL se instale en Bahía Blanca. Incluso, atenuaron sus críticas al conocer que el Rigi contemplaría un 20% de “compre nacional”. Finalmente, el peronismo es incapaz de encarnar un proyecto de desarrollo autónomo para el país.
El interés de las fuerzas políticas del régimen en que avancen los emprendimientos mineros explica que provincias como Río Negro, Jujuy, San Juan, Mendoza y Chubut ya hayan adherido al Rigi. Las dos últimas, recordemos, han sido escenario de puebladas que lograron frenar la instalación de megaminería contaminante. En provincias como Salta, Tucumán, Chaco y Corrientes el proyecto cuenta con media sanción en sus respectivas legislaturas.
Dicho esto, nada garantiza que el Rigi sirva para atraer el aluvión de inversiones que espera el gobierno, puesto que esos capitales exigen el levantamiento del cepo como requisito ineludible para arribar al país, pero la crisis de reservas aleja esa posibilidad. Menos aún servirá para mitigar el desempleo, ya que está destinado a sectores que concentran poca mano de obra.
Retomemos el método del Chubutazo y el Mendozazo para frenar los efectos del Rigi, que agrava el carácter semicolonial del país y promueve una mayor depredación del ambiente.
