Finalmente, siete alianzas se presentarán para competir en las Paso, que tendrán lugar el 13 de agosto. Estas son Unión por la Patria (antes Frente de Todos), Juntos por el Cambio, La Libertad Avanza, Hacemos por Nuestro País, Principios y Valores, el Frente Liberar y el Frente de Izquierda Unidad. En este artículo haremos un breve repaso sobre los intereses sociales que representa cada fuerza política.

Unión por la Patria

Unión por la Patria es el nuevo nombre de la coalición política que gobierna Argentina desde diciembre de 2019. El cambio de etiqueta está ligado al intento del oficialismo de confundir a los trabajadores y presentarse como una fuerza renovadora que no tiene nada que ver con el desastre social y económico en el que se encuentra sumido el país.

La “novel” coalición no definió todavía a todos los candidatos que competirán en las Paso. Los candidateables Sergio Massa y Eduardo “Wado” de Pedro, impulsados por Cristina Kirchner, tratan de diferenciarse del ala encabezada por el derechista Daniel Scioli y la antipobres Victoria Tolosa Paz (precandidata a gobernadora de PBA por el sciolismo). En realidad, ambas facciones comparten una orientación contraria a los intereses de los trabajadores.

Lo que proponen todas las alas de UxP es una profundización de la política que está aplicando el gobierno, el cual se encuentra a cargo de una alianza entre CFK y Massa: devaluación, recortes del gasto público (salarios, obra pública, salud, educación, etc), ataque a las jubilaciones, tarifazos, entre otros.

Por el peronismo, por fuera de UxP, se candidatea Guillermo Moreno (Principios y Valores). Moreno ha sido funcionario de los gobiernos K y se lo conoce fundamentalmente por haber tergiversado los datos de inflación del Indec (mediante esto por ejemplo, se produjo un robo contra la Anses, que tenía bonos ajustados al índice de precios) y por atacar a los trabajadores de ese organismo mediante la utilización de patotas.

Juntos por el Cambio

Juntos por el Cambio es el frente electoral que nuclea a los principales partidos de la oposición derechista, entre ellos el PRO y la UCR. Esta fuerza viene de presentar un programa de gobierno a medida de las patronales, que consiste en eliminar las indemnizaciones por despido, reformar reaccionariamente los convenios colectivos de trabajo, ir hacia una devaluación monetaria de mayor envergadura, etcétera.

Sus dos principales candidatos, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, se encuentran guerreando entre sí para ganar las internas. Esta disputa se profundizó cuando Larreta intentó sumar al gobernador cordobés Juan Schiaretti a JxC. Larreta no logró su cometido, pero conquistó la incorporación a la coalición del fachista José Luis Espert.

Las diferencias entre ambos tienen que ver con las formas de gobierno y con cómo viabilizar el ajuste. Larreta quiere ejercer el poder en acuerdo con sectores del peronismo. Bullrich rechaza ese planteo contemporizador y quiere avanzar en una ofensiva antiobrera de shock.

Estas divisiones reflejan los debates que está teniendo la burguesía sobre cómo proceder a implementar un ajuste de estas magnitudes, sobre todo después del fracaso de la experiencia de Cambiemos. La clase social que dirige el país teme que se repita la rebelión popular de 2017, la cual enfrentó el robo contra los jubilados perpetrado por Mauricio Macri con la complicidad del peronismo.

En este marco, Gerardo Morales suena como posible precandidato a vice por la lista de Larreta. Morales está siendo enfrentado por los trabajadores jujeños, que rechazan la reforma constitucional que el gobernador quiere implementar para reforzar su poder despótico y prohibir el derecho a la protesta.

La Libertad Avanza

La Libertad Avanza es la coalición político-electoral del fascista Javier Milei. Está compuesta por elementos de todos los partidos políticos de la casta (macristas, radicales, peronistas y kirchneristas), defensores de Videla, menemistas y elementos ligados a la Iglesia evangélica.

El “libertario” busca canalizar la bronca popular utilizando el discurso antipolítica típico de outsiders como el norteamericano Donald Trump o el salvadoreño Nayib Bukele. Su ascendencia se explica por el fracaso de los partidos que desde el regreso de la democracia han gobernado el país. Milei, en realidad, es un mentiroso y un ladrón, como dijo el neuquino Carlos Eguia, quien es otro mercenario.

El programa de Milei es extremadamente antiobrero y negativo para el país. Propone privatizar la salud y la educación, eliminar los derechos laborales, dolarizar la economía, privatizar las jubilaciones, entre otras medidas.

Si bien cosechó malos resultados en las elecciones provinciales, no puede descartarse que Milei haga una buena performance electoral a nivel nacional, logrando canalizar el descontento social que en los comicios distritales tuvo su expresión mayormente en el votoblanquismo y la abstención. Esto último es una manifestación de que la intención de voto a Milei tiene cierta debilidad política. En este marco, la necesidad de ir a una lucha política en todos los planos contra la salida reaccionaria que plantea el “libertario” es imperiosa.

Hacemos por Nuestro País

Hacemos por Nuestro País es la alianza electoral de Schiaretti. Está integrada por el Partido “Socialista”, el Partido Autonomista, la Democracia Cristiana y otras fuerzas provinciales.

En Córdoba, la pobreza alcanza al 37,9% de la población. La docencia y el personal de salud han enfrentado este año la política antisalarial de Schiaretti. El gobernador, además, utiliza a su aparato judicial para perseguir a referentes sindicales y de organizaciones sociales.

Schiaretti negocia su incorporación a JxC con Larreta, e incluso podría integrar un eventual gobierno del actual alcalde porteño. En Córdoba, su candidato local, Martín Llaryora, propone las mimas políticas antiobreras que su rival Luis Juez.

Los trabajadores tenemos una alternativa: el Frente de Izquierda Unidad

El Frente de Izquierda Unidad es una coalición política que reúne a la mayoría de la izquierda argentina (Partido Obrero, MST, PTS, Izquierda Socialista). Es la única fuerza que rechaza las reformas laborales-previsionales y la devaluación; que propone un aumento de salarios y jubilaciones; y que plantea romper con el FMI y terminar con el robo y la delincuencia de los empresarios y sus representantes políticos.

Sin embargo, en el FIT-U también hay dos orientaciones políticas en pugna. Desde el Partido Obrero insistimos en que para la etapa que se viene necesitamos una izquierda que se plante junto a los luchadores y sea capaz de organizar a amplios sectores de la clase obrera para pelear contra la ofensiva de los gobiernos capitalistas y el FMI. En esto último se destaca el movimiento piquetero, ya que está a la cabeza de la lucha contra el hambre y el ajuste, y además realiza medidas de acción en unidad con los trabajadores ocupados que pelean por el salario y en defensa de los puestos de trabajo.

El PO y el MST impulsan, desde la Unidad Piquetera, la organización por todos los reclamos populares. Aspiramos a ser un canal para que esos miles de luchadores se sumen a pelear el voto y así darle fuerza a una salida propia de los trabajadores, mientras el PTS rechaza que puedan jugar un papel político, utilizando argumentos sacados del arsenal ideológico de las fuerzas patronales que atacan la lucha piquetera.

Defendemos también la independencia política, que es constitutiva del Frente de Izquierda. Para esto es clave desarrollar una delimitación de clase con el kirchnerismo, que con su política capitalista está llevando a cada vez más trabajadores a la catástrofe social y a la inanición. En este aspecto también contrasta la fórmula de Gabriel Solano y Vilma Ripoll con la de Bregman y del Caño, quienes en cambio desarrollan una política de adaptación al kirchnerismo y solo lo cuestionan por haber “adoptado los dogmas neoliberales” y no ser consecuente con su “discurso”. El FIT-U no puede aparecer como una pata izquierda de esta experiencia fracasada ni regalar a Milei la impugnación a todas las variantes que nos gobernaron en las últimas décadas. La izquierda debe ser políticamente independiente y contribuir a que los trabajadores superen al peronismo y al resto de los partidos capitalistas.

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