Salud

22/4/2021

coronavirus

537 muertes en un día: Argentina va camino a una catástrofe

Se superaron los 60 mil muertos desde que comenzó la pandemia. Las consecuencias del fracaso de la política del gobierno.

En coincidencia con el aumento de casos, Argentina sumó el día de hoy 537 nuevos fallecimientos y llegó a los 60.620 totales desde el inicio de la pandemia. No solo tiene que ver con que hay más contagios, sino también con el hecho de que las guardias están abarrotadas de pacientes positivos que no pueden ingresar a las salas Covid por falta de camas.

Ayer se conoció la noticia de una enfermera del Hospital Penna que falleció luego de esperar 48 horas por una cama en el Sanatorio Julio Mendéz; antes de eso, había acudido al Muñiz, donde le consiguieron una, pero no había personal suficiente para que manejara el instrumental. El Mendéz tiene solo 28 camas de UTI y atiende a 100 mil afiliados de la Obra Social de trabajadores municipales de la Ciudad. Historias de esta gravedad se conocen todos los días, que involucran pacientes girando por varios centros de salud a la espera de encontrar tratamiento y personal exhausto, insuficiente, mal pago y sin preparación para atender casos de Covid.

Todos los gobiernos dicen de palabra que la situación es muy grave, sin embargo no toman cartas en el asunto. El propio Gollán tuvo que salir a declarar que acerca de la PBA que “ya nadie tiene la cama asegurada” y que en el AMBA hay una ocupación del 75,4%. No han implementado nuevas medidas, y las que hay brillan por su ineficacia. Lejos de asegurar que van poner más recursos para aumentar la cantidad de camas o de efectores, algo que no hicieron durante los meses de baja de casos, el viceministro persigue a la juventud porque “es la que menos se cuida”. El incremento de casos se exacerba y no dan respuesta. Hace un mes, el 24 de marzo, el promedio de muertes era de 102 diarios; hoy es más del doble, con 220 por jornada, y los números de hoy vislumbran que la suba no se detiene.

Aún con la crisis sanitaria asumida, la improvisación sigue siendo lo que prima. En PBA llamaron a que todos los efectores de salud, públicos y privados, suspendan los procedimientos que no sean de urgencia y que comiencen a cargar al Sistema de Gestión de Camas la cantidad de ingresos y egresos para llevar un control más riguroso de la ocupación. Lo que de lejos se ve como una medida progresiva ya se había implementado un año atrás, es decir que en lo concreto no se puso en pie ningún control sobre la medicina privada ni avanzó en la centralización de un sistema sanitario fraccionado en pos de facilitar el acceso a la salud de toda la población y evitar, por ejemplo, los largos traslados de pacientes que buscan una cama. Caso contrario no veríamos pacientes que llegan a las puertas de la Clínica San Andrés, cerrada hace más de dos meses, en búsqueda de tratamiento y encontrándose con los propios trabajadores del centro en lucha por la reapertura y sus puestos laborales.

Alberto Fernández apareció para discutir las nuevas medidas que se implementarían a partir del 30/4, cuando terminan las establecidas en el DNU 241/21, especialmente una presencialidad escolar “administrada”. La reunión con el Ministro Trotta de hoy finalmente es un giro en favor de Larreta y contra los docentes y estudiantes, que son quienes en última instancia se expondrán a una presencialidad sin condiciones y con una situación epidemiológica más grave que la actual, en tanto todos los pronósticos indican un agravamiento de la pandemia. Los números también muestran que, desde el inicio de las clases presenciales, los casos en menores de edad aumentaron considerablemente y ya hay más de 20 docentes fallecidos. Hoy el Hospital Garrahan se encuentra con el 100% de ocupación y 39 niños en internación; en el Hospital Gutiérrez hay 10 niños, 2 de ellos en terapia intensiva, cuando anteriormente no se habían superado las 5 internaciones. El reclamo por la suspensión de clases está más vigente que nunca en CABA y en el resto del país, como lo vimos con los significativos paros de esta semana y la anterior, frente a la no suspensión en todas las zonas con riesgo epidemiológico y la posibilidad de un retorno prontamente, así como el de la vacunación para toda la comunidad educativa, que solo alcanza al 14% de los docentes en la Ciudad.

AF también se pronunció sobre esto último en la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno. Dándole la derecha a los grandes laboratorios y farmacéuticas que se han desligado de la responsabilidad de entregar dosis a los países donde están produciendo las vacunas, aseguró que “hay que trabajar un sistema que reconociendo las patentes promueva activamente un sistema efectivo de concesión de licencias que garantice la oferta global de vacunas maximizando la posibilidad de producción en cada parte del planeta”. El presidente ni siquiera amaga con hacer cumplir los contratos secretos y multimillonarios que tiene con los laboratorios que producen las vacunas acá, a quienes el Estado ha financiado incontables veces durante los últimos años, como se ve en el caso de Sigman (mABxience) y Richmond, apelando a la “justicia social” pero sin tomar ninguna medida efectiva. Su orientación es la de continuar protegiendo los negocios de los laboratorios con los Estados sin tocar las patentes. La grave situación de abastecimiento de vacunas a nivel mundial implica la toma de medidas drásticas como es la liberación de las patentes para poder amplificar la producción y la incautación de las dosis producidas en mABxience en pos de garantizar la mayor inmunidad posible. Es la razón por la que el Frente de Izquierda realizó un acto este jueves 22 frente al Ministerio de Salud.

Con solo 6.693.438 de vacunados, aun queda por inocular por lo menos la mitad de las personas mayores de 60 años. El enorme riesgo hoy está en quienes salen a trabajar diariamente y se encuentran sin protocolos de bioseguridad en sus puestos laborales. Hace una semana, Toyota tuvo que suspender un turno entero cuando se confirmaron más de 100 contagios en 3 días. Ni eso puso sobre la agenda del gobierno la necesidad de suspender las actividades no esenciales, conocida medida para bajar la circulación y disminuir el aumento de casos.

Las (no) medidas que se toman son producto de un ajuste en salud y presupuesto diseñado a la par del FMI. Es por eso que se le destino un 10% menos a la cartera de salud y la razón por la que no se le entregan fondos a las investigaciones encabezadas por científicos, quienes denuncian que “la falta de producción pública ha sido una política de Estado constante”.

Del otro lado del gobierno se encuentran trabajadores de la salud, investigadores, docentes y estudiantes que luchan por sus condiciones laborales y de vida. Son ellos quienes efectivamente luchan contra la pandemia.