440 delegados y delegadas del departamento Capital nos reunimos en asamblea virtual para debatir y resolver sobre la propuesta salarial que el gobierno de Juan Schiaretti junto a la conducción de Uepc habían armado: 9% en cuotas para noviembre, diciembre y enero, que se aplica sobre el salario de diciembre de 2019. De este modo, frente a una inflación pronosticada en el 40%, llegaremos a febrero con un misérrimo 25%, contabilizando el 16% de la primera etapa. El rechazo fue contundente: 281 votos por el no contra 66 por la aceptación. Además, se votó un plan de lucha. El 3 de noviembre sesionará la Asamblea Provincial de Uepc, un órgano no representativo de la voluntad docente copado por el oficialismo de la lista Celeste, donde pretenden aprobar el “aumento”.

La propuesta llega luego de 4 meses de haber postergado la paritaria que venció en julio y, de este modo, regalarle al gobierno la posibilidad de continuar con el ajuste al salario. En realidad no se trata de una propuesta, es una extorsión lisa y llana que se consumó a puertas cerradas entre el gobierno, Juan Monserrat (secretario general de Uepc) y José Pihén (Sindicato de Empleados Públicos), el miércoles pasado. Luego, el sindicato armó una convocatoria a Asamblea Provincial para legitimar la aceptación, sin debate en las escuelas ni ningún tipo de consulta a la docencia de la provincia. Solo en los departamentos Capital y Punilla convocó a asamblea de delegados y delegadas escolares debido al nivel de organización que logra allí la oposición y el rechazo fue contundente. En el departamento Colón, donde también la oposición tiene un gran desarrollo y logró unificarse para repudiar las maniobras de la Celeste, la conducción llamó a un plenario en el que no se podía votar -el rechazo también habría sido importante- y la secretaria general del departamento anunció que como “la negociación ya estaba cerrada, se limitaría a firmar para recibir el aumento”. El repudio no se hizo esperar.

Como se ve, el 9% -equivalente a un kilo de carne- se trata de un armado que solo puede proceder por el bozal que intenta colocar a la docencia la burocracia sindical. Así y todo, con las maniobras en danza, el rechazo se plasmó. Una situación similar ocurrió entre les trabajdores de salud, quienes van al paro a pesar de que, en la propuesta general hacia los estatales, el gobierno de Schiaretti firmó con el SEP una diferencia salarial superior para médicos y enfermeras fruto de la lucha que vienen desarrollando.

Horas antes de que comenzara la asamblea de Capital, les trabajadores municipales también protagonizaban una nueva movilización para rechazar un planteo de similares características por parte del intendente Martín Llaryora, quien ya había utilizado la represión para doblegar el rechazo. La política de ajuste sobre el salario para honrar los compromisos de la deuda provincial se desarrolla a la par por parte del gobierno provincial y el municipal. Las respuestas obreras toman cuerpo y van marcando un rumbo que avanza por encima de la contención que la burocracia sindical garantiza.

La lucha rinde

Recientemente, los trabajadores de Neumáticos de Avanzada conquistaron un 38% hasta febrero y un bono de 7.000 pesos para fin de año. El sindicato de trabajadores municipales de Jesús María, Sitram, un 59% para el 2020. Ambas conducciones combativas no tienen compromisos con los gobiernos. Es la garantía para que la docencia salga de línea de pobreza. En ese sentido, nos concentraremos en las puertas del sindicato para repudiar un acuerdo salarial de miseria de Schiaretti-Monserrat, para exigir el 35% y la defensa de la cláusula gatillo. El miércoles 4 saldremos a las calles junto a les trabajadores de la salud. Por su parte, la legisladora Soledad Díaz del FIT presentará un proyecto de Ley para proteger el salario docente y llevar el básico a 47.000 pesos.

 

 

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