El gobierno ha publicado recientemente, en el Boletín Oficial, la mentada ley de beneficios fiscales para la industria automotriz y de las autopartes. La norma fue sancionada unánimemente por el Senado a principios de mes. Se trata de un régimen de beneficios tributarios a grandes multinacionales, el cual se implementa mientras se avanza en una política de impuestazos contra la población trabajadora.

El nuevo esquema impositivo establece la devolución anticipada del IVA a las inversiones en bienes de capital (maquinaria, etcétera) y a las obras de infraestructura relacionadas a la actividad. Son cifras multimillonarias. Los bienes muebles, a su vez, se podrán amortizar en 3 años gracias a la reducción de los tributos. Por otro lado, las empresas que cumplan con ciertos requisitos (un piso bajísimo) de inversión estarán exentas del pago de retenciones.

A las prebendas en cuestión accederán las empresas que incorporen piezas y autopartes nacionales a las unidades que se fabriquen, “en proporciones de hasta el 30% a los 5 años de iniciado el proyecto de inversión” (Ámbito, 19/9). La ley es presentada como una promoción al desarrollo industrial, un planteo que encubre el carácter atrasado y ensamblador de la economía nacional.

La normativa ha sido saludada por todas las patronales del sector. Incluso por la burocracia del Smata, la cual llegó al absurdo de adjudicarse todo esto como un “logro propio”. Ricardo Pignanelli, su secretario general, ya había apoyado junto al gobierno nacional la reforma laboral implementada en Toyota, que incrementó la explotación de los trabajadores y barrió con el descanso de los fines de semana.

Grandes multinacionales como Toyota, Ford, Volkswagen o Nissan se verán beneficiadas. Mientras a los pulpos capitalistas se les devolverá el IVA y se los exime de impuestos, a los trabajadores se les pretende recargar el IVA en los productos y servicios más elementales, a la vez que ya se les impuso un cepo para adquirir la moneda norteamericana. Todos los resortes del Estado están colocados al servicio de acrecentar las ganancias del capital y de pasarle la factura de la crisis a quienes viven de su trabajo.

El régimen proautomotrices es tan solo un eslabón más de una cadena de beneficios impositivos para la clase capitalista forjada por el gobierno del Frente de Todos. Los regímenes fiscales para fomentar las exportaciones favorecen a patronales de complejos productivos que representan el 51% de las ventas del país. El “dólar soja” (tipo de cambio preferencial para el capital agrario), la reducción de impuestos sobre las exportaciones y la libertad para obtener dólares y girarlos al exterior son algunos ejemplos de esto.

La orientación del gobierno profundiza el carácter semicolonial de la economía argentina y el lugar subordinado de esta en el mercado mundial. El país se ha convertido en una verdadera plataforma de mano de obra barata, y su industria automotriz en una armaduría de vehículos con componentes importados. Este proceso tiene lugar en el marco de una pronunciada huelga de inversiones, y cuando se encuentra ociosa la mitad de la capacidad instalada de la industria. La tentativa de ir hacia una mayor entrega del país al capital imperialista fue refrendada por Sergio Massa en su viaje por Estados Unidos.

Lejos de apuntalar un proceso de industrialización del país, esta política contribuye al saqueo de la riqueza generada por los trabajadores. Los dólares recaudados como fruto de las exportaciones no serán utilizados para abrir fábricas o construir viviendas, sino que se irán por la ventana del pago de la deuda externa, profundizando las tendencias a la devaluación en un cuadro de bancarrota económica. Estamos ante una política parasitaria, que refuerza el dominio de la burguesía sobre la economía nacional.

La única forma de abrir un curso de industrialización del país es poniendo toda la industria y la economía bajo control de los trabajadores.

https://prensaobrera.com/politicas/con-el-fmi-se-impone-una-nueva-caida-de-la-actividad-industrial-del-16

https://prensaobrera.com/politicas/en-la-provincia-buenos-aires-el-45-de-los-hogares-pagara-hasta-el-triple-en-luz-y-gas

https://prensaobrera.com/politicas/aumentos-de-hasta-el-85-en-las-primeras-dos-semanas-de-septiembre