Políticas

12/9/2022

Massa vuelve de Estados Unidos con massajuste fondomonetarista

Para atraer divisas que se irán por donde vinieron.

Massa en el Tesoro, reunido con Janet Yellen, David Lipton y Michael Kaplan.

Hoy, Sergio Massa cierra su gira por Estados Unidos en Washington. Allí se reunirá primero en el Tesoro con David Lipton, asesor de Janet Yellen, la secretaria del Tesoro, y Michael Kaplan, el hombre del Tesoro yanqui abocado a América Latina. También mantendrá una reunión con la directiva del FMI, puesto que Massa y su equipo esperan anunciar un nuevo acuerdo que libere casi 4.000 millones de dólares para cubrir pagos de deuda. Esto traerá aparejado mayores condicionamientos, lo que implica un mayor ajuste, para atraer divisas que se irán por donde vinieron. El único objetivo del gobierno es cumplir con las expectativas fondomonetaristas estipuladas en el acuerdo, haciéndolas pagar a los trabajadores.

El ministro de Economía va a ir a ofrendarle al FMI un plan de ajuste que se ratificará para el Presupuesto 2023 y del cual ya sentó precedente la segmentación tarifaria (un sistema de aumento sucesivo de los servicios para recortar de subsidios), el ajuste en discapacidad y el recorte presupuestario que anunció Massa, donde dispuso una reducción de $210 mil millones en esferas públicas fundamentales. Esto tiene como contrapartida el dólar soja, el cual exigirá un mayor nivel de emisión, y el incremento de la bola de deuda en pesos, el cual conlleva permanentemente un mayor endeudamiento que absorba la emisión (la cual se ve restringida por el acuerdo con el FMI).

Este plan improvisado es a su vez demasiado costoso, puesto que los desembolsos por parte de los organismos multilaterales no redundarán en un mayor desarrollo productivo. Massa negoció con el BID y con el Banco Mundial desembolsos por un total de U$S 3.200 millones. El nuevo desembolso que buscaría garantizar el gobierno por parte del Fondo termina por coronar el nuevo endeudamiento que el ministro de Economía tenía como objetivo para su viaje, reforzando la tutela del imperialismo sobre la economía del país y la subordinación al organismo, y acrecentando el peso de la deuda externa que se pagará con más ajuste. Estos fondos no se destinarán a ningún tipo de inversión productiva, como ya lo demostró la enorme subejecución de proyectos financiados por organismos multilaterales, sino que se irán en beneficios cambiarios para las multinacionales y en el pago de vencimientos de deuda.

La reunión con funcionarios del Tesoro tampoco es menor. Massa había dicho que buscaba firmar un convenio con el fisco norteamericano para acceder a información de cuentas bancarias y activos de argentinos no declarados, para dar con 100.000 millones de dólares fugados. Como era previsible, la indagación finalmente habría sido descartada. Son declaraciones gratuitas, porque finalmente se contrapone con las mayores prebendas impositivas y cambiarias que Massa se dedicó a ofrecerle a las multinacionales, especialmente petroleras y mineras, las cuales para invertir exigen mayor libertad para girar sus ganancias al extranjero.

Para las mineras, el ministro de Economía viene de anunciar, una semana antes de su viaje, un régimen especial para que puedan acceder a dólares a la cotización oficial y girar sus ganancias al extranjero. A su vez, son las mismas que están a la cabeza de la evasión fiscal, como es el caso de Livent, una empresa multinacional extractora de litio en Catamarca, la cual fue denunciada ampliamente por haber subfacturado exportaciones por sumas millonarias en dólares, lo que implicó una enorme defraudación al fisco en concepto de derechos de exportación no pagados.

En el caso de las petroleras, el gobierno viene de flexibilizarles el cepo por tercera vez para permitirles acceder a dólares a precio oficial para girar sus ganancias al exterior, luego de haberles reducido las retenciones y aumentado las cuotas de exportación, aún cuando eso agravó el déficit energético incrementando la importación de gasoil, lo cual plantea un enorme requerimiento de divisas. Igualmente, las multinacionales no sueltan inversiones y exigen garantías. Para eso, el 14 de septiembre Massa anunciaría un nuevo esquema de prebendas para el sector energético. Estas concesiones conforman un premio a los fugadores y contrastan con lo que privan al grueso de la población. Los trabajadores, a su vez, las pagan con naftazos y tarifazos que impactan en toda la cadena productiva, y con el saqueo de los recursos del país.

A su vez, David Lipton, hombre del Tesoro yanqui, fue funcionario del FMI durante el gobierno de Macri y uno de los primeros en negar un nuevo desembolso del organismo para contener la corrida cambiaria del 2018. Ahora, es quien tendrá que recomendar, o no, que la administración de Joe Biden acepte o rechace nuevamente un plan de contingencia de ayuda a la Argentina, que eventualmente incluya la recomendación al Board del Fondo Monetario Internacional (FMI) para que modifique las metas pactadas en el acuerdo.

El plan Massa es de corto vuelo e implica un agravamiento de la dependencia nacional y la opresión imperialista sobre el pueblo argentino, un grado de sumisión compartido por todas las variantes del peronismo que se traducirá en mayores penurias para el pueblo trabajador. Solo una alternativa comandada por la clase trabajadora puede poner fin a semejante oprobio.