Políticas
20/12/2025
Milei tiene su Presupuesto de guerra contra los trabajadores, pero con una derrota que expone su fragilidad política
Frente a los pactos y la crisis por arriba, la salida es la movilización y la huelga general.
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Media sanción al Presupuesto 2026.
La caída del Capítulo XI del Presupuesto 2026 en la Cámara de Diputados el pasado 18 de diciembre dejó al desnudo una debilidad estructural del gobierno de Javier Milei. El oficialismo no cuenta con mayoría parlamentaria propia ni con un bloque político capaz de garantizar por sí mismo su programa de guerra contra los trabajadores mediante las llamadas reformas estructurales, y depende de una trama inestable de pactos con gobernadores y fuerzas patronales atravesada por profundas contradicciones internas.
El gobierno liberfacho no sólo chocó de frente con el peso de algunas de las luchas populares más importantes de 2025, como la ley de emergencia en discapacidad y el financiamiento a las universidades nacionales, sino también con debilidades políticas propias que se suman a la fragilidad cada vez más evidente de su programa económico: reservas negativas, inflación ascendente, tensión cambiaria, crisis de repago de la deuda. La maniobra burda de intentar colar casi a escondidas la derogación de esas leyes, incorporando el artículo 75 dentro del Capítulo XI apenas 48 horas antes del tratamiento en Diputados, terminó de desnudar el carácter del ajuste y fue un factor clave del rechazo.
Como denunció en el recinto Néstor Pitrola, el “tenebroso” Capítulo XI, según sus palabras, beneficiaba además con pagos millonarios a las empresas energéticas, dando por buenos sus reclamos por diferencias durante la aplicación de las “emergencias energéticas” en los gobiernos de Macri y los Fernández. Un monto que algunos analistas han mensurado en unos 100.000 millones en favor del grupo Vila-Manzano entre otros (artículo 71). Esto tenía destino de tarifazos, claramente. Por otra parte, hablando de tarifazos, se reducía la zona fría, restando al menos 1,3 millones de habitantes de la Provincia de Buenos Aires, dejándola exclusivamente para las provincias del sur de la Patagonia. Otro tarifazo directo.
En otros artículos de este capítulo “social” se desindexaban las Asignaciones Familiares y la AUH, nada menos. Pero además, en el artículo 76 se establece expresamente que los valores de las prestaciones por discapacidad las dispondrá trimestralmente la Andis, sin referencia de actualización alguna. Como se puede apreciar un misil contra los trabajadores, incluso los más vulnerables (AUH).
Un Presupuesto de la post verdad, donde la única realidad es el ajuste a favor del capital financiero
Como pusieron de relieve nuestros compañeros este Presupuesto no tiene el artículo Nº1 de los caídos proyectos 2024 y 2025, que establecían que se pagará la deuda y lo que quede se aplicará a gastos. Pero tiene el mismo objetivo, de los pies a la cabeza. Y forma parte de un paquete económico.
Rebajan los impuestos al capital y a la riqueza para asegurar tarifazos, para bajar el gasto universitario un 40% debajo de 2023, para liquidar 100 mil pensiones por discapacidad y que la Andis del 3% de Karina tenga un 35% menos que en 2023, para viviendas cero, para terminar con los planes sociales en marzo, para despedir 28.000 empleados públicos, porque rebajan a 150 millones de dólares el importe para juicios de jubilados que se mueren esperando, mientras el FGS tiene u$s 62.000 millones aplicados a los bonos de la deuda. Para liquidar la educación técnica, para desfinanciar ciencia y técnica. “Para cero inversión en agua potable y alcantarillado, total los countries no lo necesitan”. Y encima, en la reforma laboral rebajan el aporte patronal a las obras sociales, además de rebajar ganancias y destinar el 3% de la Anses a los despidos. “Es un presupuesto de clase hasta la médula”.
Como polemizó Pitrola, no se trata del presupuesto de un “modelo” sino de un instrumento de la descarga de la crisis del capital sobre los trabajadores y del sometimiento al “patio trasero” que Trump quiere convertir a América Latina.
Lo que viene
La sesión de Diputados se interrumpió ante la derrota del capítulo XI. Se comunicaron con Milei, evaluaron si retirarse y tirar todo abajo. Resolvieron seguir. Pero la crisis política por el tema sigue. Se evaluó si incorporar el capítulo caído en el Senado, pero sería peor el remedio que la enfermedad, porque volvería a Diputados con destino incierto, cuando discapacidad y universidades han tenido ya ¡cinco votaciones favorables! Es un absurdo. Con cierto tino aprobaron en comisión el dictamen tal cual llegó y marchan a aprobarlo el 26 de diciembre. La variante delirante de que Milei vete su propio presupuesto parece diluirse, pero estudian “otros caminos” para evitar el cumplimiento de las leyes tan votadas, de las cuales discapacidad tiene fallo judicial de cumplimiento.
Fue tan grande el golpe que no quedó encapsulado en el tema presupuesto. El Senado debió postergar para febrero el tratamiento de la reforma laboral, columna vertebral del plan antiobrero, mientras en las calles se desarrollaba la convocatoria de la CGT, con una gran columna independiente del sindicalismo combativo. Una vez más la crisis por arriba abrió una brecha para la intervención popular. A esto hay que agregar que la reforma laboral tiene puntos intragables para la burocracia como la rebaja del 1% del aporte patronal a las obras sociales y una formulación del cobro de cuotas sindicales que pueden desplumar las cajas de los sindicatos.
Pero en cuanto al Presupuesto quedaron expuestos choques entre los intereses de las llamadas burguesías provinciales y la defensa irrestricta del capital financiero que encarna el gobierno de Milei que no son menores, por eso la crisis con el bloque Provincias Unidas. Forman parte de una secuencia de tensiones recurrentes del régimen en los últimos años, donde distintas fracciones del capital disputan la administración del ajuste, el acceso a los recursos fiscales y el control de los negocios estratégicos, siempre a costa de los trabajadores.
“Todo lo sólido se desvanece en el aire”
El resultado de la votación del Capítulo XI fue de 123 votos negativos contra 117 afirmativos. El gobierno llegó a la sesión apostando a cerrar con los gobernadores para blindar la votación, pero el acuerdo no alcanzó y el gobierno volvió a quedar expuesto en Diputados (LPO, 18/12). Reiteramos, los gobernadores no constituyen una oposición “progresiva” al ajuste, son actores de una puja intercapitalista por recursos, regímenes extractivos y beneficios sectoriales, mientras en conjunto descargan el costo sobre trabajadores y sectores populares.
Lo cierto es que La Libertad Avanza aportó 95 votos afirmativos, todo su bloque. A eso se sumaron 9 votos del PRO, 3 de la UCR, 6 de Innovación Federal y 2 del bloque Producción y Trabajo de San Juan. Del otro lado, el rechazo se conformó con 88 votos de Unión por la Patria, los 4 del Frente de Izquierda Unidad, los 11 de Provincias Unidas y el acompañamiento de la Coalición Cívica, Encuentro Federal y otros monobloques.
En este cuadro, resulta imposible no señalar la ausencia de cinco diputados de Unión por la Patria en una sesión decisiva. No se trata de un detalle menor. Jugaron a ser oposición, pero que “tengamos el presupuesto que la república necesita”.
Los $66.500 millones en ATN sirvieron para asegurar los votos propios. La designación de un miembro de la Auditoría General de la Nación de la Cámpora (con la escandalosa jura a las 3:00 de la madrugada), para asegurar una oposición que deje pasar el paquetazo.
La intervención del Frente de Izquierda-Unidad
En el debate, Romina Del Plá caracterizó el trasfondo del apuro facholibertario: “Estamos discutiendo este presupuesto en un momento en el que el gobierno de Javier Milei está claramente apurado. Acelera la sanción de leyes porque sabe que tiene el tiempo contado antes de que se termine de descalabrar todo. ¿Por qué? Porque el tan mentado equilibrio fiscal es falso. El supuesto regreso de la Argentina a los mercados de crédito es una mentira. No lograron colocar más de 900 millones de dólares en bonos, cuando los vencimientos de deuda ascienden a miles de millones solo en enero”.
Por su parte, en su intervención Néstor Pitrola fue categórico: “No venimos desde el Frente de Izquierda a celebrar este presupuesto haciendo gárgaras de republicanismo. Porque este presupuesto es el instrumento de un paquete brutal que incluye más de 900 artículos de reforma del Código Penal para avanzar hacia un Estado represivo, una democracia de infantería, destinada a reprimir con mano dura al movimiento popular y a los sectores más pobres. Es el paquete de la reforma de la Ley de Glaciares, liquidando la defensa del agua por la que salió a luchar el pueblo mendocino. Es el paquete de la reforma laboral esclavista, que para nosotros constituye la columna vertebral de todo este plan”.
“Nosotros planteamos una reorganización económica que parta de un salario equivalente a la canasta familiar, de romper con el Fondo Monetario Internacional, de nacionalizar la banca para terminar con la fuga de capitales y el narcotráfico financiero. Planteamos reorganizar el país bajo la dirección de los trabajadores”, agregó Pitrola.
Conclusiones
La conclusión es clara. La derrota del Capítulo XI muestra que el gobierno es vulnerable, pero también que ninguna salida favorable a los trabajadores vendrá de los gobernadores ni de la oposición patronal en el parlamento. La fuerza decisiva es la movilización política popular. Aprovechar los golpes sufridos por el gobierno y la dilación en el tratamiento de la reforma laboral nos plantea un desafío inmediato: impulsar asambleas y deliberación en los lugares de trabajo y en los sindicatos, arrancar pronunciamientos por un paro activo y avanzar hacia un plan de lucha en la perspectiva de la huelga general, para derrotar la ofensiva de Milei, el imperialismo y sus aliados.




