Políticas
23/1/2025
Editorial
Milei títere de Trump, los plutócratas y el FMI
Enfrentemos la ofensiva imperialista.
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Milei con Trump y Musk (foto de archivo)
Milei fue publicitado en Washington, durante los actos celebratorios del ascenso de Donald Trump a la presidencia, como si fuera un rockstar. Lo mismo le pasó a Menem, en los 90, saludado con algarabía por la crema imperialista por su plan de privatizaciones y ajuste contra el pueblo. Y así terminamos.
Ya hemos analizado, en diversas notas de esta semana, el rumbo reaccionario e imperialista de los anuncios de esta segunda versión del derechista presidente norteamericano. Trump estuvo rodeado de los grandes ricachones del mundo (Musk de Tesla, Zuckerberg de Meta, Bezos de Amazon, Pichai de Google, etc.) varios de los cuales pasan a ocupar puestos en el gobierno más selecto de la plutocracia. También fueron especialmente invitados los representantes políticos derechistas más militantes del orbe: Meloni de Italia, Orbán de Hungría, Farage el impulsor de las brigadas fascistas de Gran Bretaña, Zemmour de Francia (a la derecha de la derechista Marine Le Pen), la AFD de los nazis alemanes, etc. De Latinoamérica fueron invitados especialmente el represor Bukele de El Salvador, González Urrutia -el títere golpista de Venezuela- y, por supuesto, Milei, autonombrado trumpista de la primera hora. Bolsonaro no pudo asistir porque tiene inhibiciones judiciales para salir del Brasil. Es decir que Trump se colocó como un punto de reagrupamiento internacional de la ultraderecha hasta en sus expresiones más extremas. La única excepción fue Xi Jinping que declinó la invitación.
Entre los decretos y medidas que pomposamente anunció Trump en su asunción están los fuertes aumentos de aranceles a la importación, lo que potenciará las guerras comerciales en curso. El objetivo central es limitar las exportaciones de China, pero también de la industria de la Unión Europea (Alemania en primer lugar). El aumento de aranceles a la importación desde Canadá y México es para frenar el “nearshoring”, la instalación de empresas chinas en estos países para reexportar hacia los Estados Unidos (burlando los aranceles directos impuesto al “imperio celeste”). Ya bajo el mandato de Biden, Trudeau y AMLO, los gobiernos canadiense y mexicano habían puesto las “barbas en remojo”, aumentando aranceles a la “triangulación” de importaciones, etc. Ahora Trump, va más a fondo.
También están los decretos de expulsión de inmigrantes y la amenaza de barrer con leyes progresistas (derecho al aborto, de género, etc.).
El propio Trump se ha querido presentar como un “pacifista” que iba a impedir el estallido de una tercera guerra mundial… para lo cual propone acrecentar los presupuestos y fuerzas militares. Ha dado, como ejemplo de su vocación antibélica, el “acuerdo” de cese del fuego en Gaza y las negociaciones que pondría en marcha para frenar la guerra en Ucrania. Se trata de pasos tácticos, para reorientar los objetivos de guerra hacia China. Pero los anuncios de tomar Groenlandia, anexionar Canadá, ocupar militarmente el canal de Panamá o encarar la lucha contra el “terrorismo” en México, indican claramente su prosapia imperialista y guerrera. Su planteo es una convalidación de la invasión rusa a Ucrania, podría habilitar la de China a Taiwán (cosa que no hará) y así de corrido, quebrando definitivamente los precarios acuerdos internacionales que rigieron hasta ahora, por los cuales las invasiones tuvieron la forma de resoluciones de la ONU. El diario El Cronista caracterizó el patrullaje conjunto de China y Rusia de naves de guerra por el Ártico como un camino hacia la tercera guerra mundial. Trump acabo de acentuar esa tendencia con sus planteos.
Los anuncios contra Panamá y México fueron acompañados por amenazas contra Latinoamérica (“no los necesitamos”, dijo) presionando para disciplinar a las naciones semicoloniales con el objetivo de hacer retroceder la influencia de las inversiones y el comercio chino sobre el “patio trasero” yanqui.
Se trata de un avance imperialista de la “reacción en toda la línea”. Trump no es ni aislacionista, ni pacifista, es expansivo y agresivo.
Las exigencias del FMI y las medidas de Trump
Milei se ha jugado ideológica y políticamente por Trump, la plutocracia y la internacional ultraderechista. Más allá de su convencimiento ideológico al respecto, espera ver retribuidos favores. En especial que el FMI otorgue un nuevo préstamo financiero “no menor a los 11 mil millones de dólares”. Georgieva, la directora del FMI, ha esparcido loas sobre el ajuste que viene ejecutando Milei contra el pueblo argentino. Y ha anunciado que en el curso de la próxima semana enviará una delegación a la Argentina, para analizar las posibilidades del préstamo, pero previo acuerdo sobre nuevas medidas a adoptar. El FMI está en contra de eliminar las retenciones a las exportaciones (que reclama el agro), pide más ajustes y plantea la necesidad de un plan para quitar el cepo al giro de divisas, lo que implica una devaluación. Quiere asegurar el pago de la Argentina de la deuda al mundo financiero, que en el lapso del año transcurrido por el gobierno de Milei creció en más de 90 mil millones de dólares, superando los 460 mil millones de dólares. El peligro de la posición del FMI ha quedado patentizado en la suspensión del viaje de Caputo a Davos para atender a la misión técnica. Las cosas no están cerradas.
Sobre cerca de 20 mil millones de dólares que el gobierno debiera pagar en 2025, 2.600 millones “solamente” corresponderían a intereses al FMI. No está claro si el FMI otorgara los 11 mil millones que solicita Milei (a Macri le dio 44 mil millones, que sirvieron para lubricar la fuga de capitales). Versiones periodísticas afirman que el FMI otorgaría nuevos desembolsos en las fechas que debieran pagarse las cuotas adeudadas a él mismo. Un escaso alivio para Milei, que debiera salir a buscar financiamiento en el mundo financiero imperialista con sobretasas (si el “riesgo país” no se vuelve a disparar).
Las medidas anunciadas por Trump van en contra de las ilusiones de Milei. Los aranceles a las importaciones perjudican las exportaciones argentinas. Su planteo de perforar en Alaska y zonas antes vedadas por causas ambientales pretende crear una sobreproducción de petróleo y gas que haga bajar los precios de combustibles. Va en contra de las exportaciones de Vaca Muerta, uno de los principales activos en los que asienta su confianza el gobierno argentino. Es difícil que este año 2025 se vuelva a producir un superávit comercial y mucho menos de la magnitud de 2024, más con la apertura creciente de las importaciones, hasta ahora deprimidas. En cualquier caso el superávit 2025 se evaporó entre la deuda y la intervención del Central para contener los dólares financieros.
Enfrentar el ataque a los trabajadores. ¡Fuera Milei!
Milei se viene resistiendo a devaluar, porque eso haría saltar por el aire su “logro” de haber disminuido la inflación, bajo el ajuste impuesto contra el pueblo trabajador. Pretende llegar a las elecciones generales sin devaluar, para hacerlo al día siguiente de un resultado que espera favorable. Tras este objetivo, Milei toma nuevas y más profundas medidas contra los trabajadores: coloca como tope para las paritarias el 1% de aumento mientas que la inflación del último mes fue del 2,7% (con cálculos que -ha sido denunciado- están fraguados). Los precios siguen subiendo por el ascensor, los salariosy jubilaciones por la escalera.
A esto se suman los despidos de 1.400 trabajadores de la salud pública y cierre de hospitales (Hospital Bonaparte, etc.), miles de las reparticiones de la justicia dedicadas a los Derechos Humanos, centenares de la Anses y el Pami, etc.; nuevos tarifazos en marcha (gas, etc.); acrecentamiento de despidos en la industria privada (ver nota sobre la Crisis Industrial) y del trabajo precario; etc.
El ajuste va acompañado por la represión para poner en caja toda disidencia. Y va también de la mano de la reforma política electoral reaccionaria que Milei pretende aprobar en sesiones extraordinarias del parlamento: suspensión de las Paso, privatización del financiamiento y del acceso a los medios de difusión para los candidatos, que debieran sostenerse con el aporte de los empresarios, mayores requisitos para legalizar nuevos partidos y más trabas para quitarles la personería electoral a la izquierda.
Estamos frente a un gobierno de poder personal que busca disciplinar las distintas fracciones políticas burguesas, recostándose sobre el capital financiero, y colocando como objetivo común el ataque a las condiciones de vida de las masas trabajadoras para garantizar el pago riguroso de la deuda pública. Aunque con crisis con sus aliados (PRO, UCR, etc.) sigue manteniendo la impronta de ataque contra las masas que el eje de apoyo del conjunto de la burguesia.
La resistencia que vienen librando los trabajadores está desarticulada por la capitulación de las burocracias sindicales de la CGT y las CTA que dejan que avance el deterioro salarial, las “reformas laborales” antiobreras, la precarización laboral, el genocidio de los ingresos de los jubilados, la destrucción de toda protección social (salud y educación públicas, etc.), expresión de su subordinación al peronismo.
Es urgente unificar estas luchas: reclamando y organizando paros en los gremios amenazados, el paro nacional y un plan de lucha continuado hasta la huelga general. El gobierno saca su fuerza de la parálisis del movimiento obrero, maniatado por las burocracias sindicales.
Por un congreso del FIT-U
El objetivo estratégico de Milei es no solo acompañar, sino ser vanguardia de las tendencias reaccionarias, antiobreras y fascistizantes de Trump contra los pueblos y hacia nuevas y crecientes intervenciones militares,debe ser opuesto con un objetivo estratégico de las masas trabajadoras y explotadas: ¡Fuera Milei! ¡Milei o los trabajadores! Son planteos para galvanizar la bronca obrera y popular.
La anunciada ofensiva imperialista de Trump contra los inmigrantes latinoamericanos residentes en Estados Unidos, Panamá, México y los pueblos latinoamericanos, debe ser también respondida de conjunto. Las burguesías latinoamericanas, desde el Río Bravo (México) hasta Ushuaia (Argentina), tienden a postrarse o conciliar con la amenaza del gran garrote de Trump. El peronista Guillermo Moreno saluda enfervorizado el “nacionalismo” de Trump (y Cristina Kirchner coquetea con lo mismo). Pero el nacionalismo de un país imperialista significa, guerra y opresión sobre los países oprimidos. Es necesario oponerle la fuerza de la organización y movilización independiente de la clase obrera y los campesinos latinoamericanos contra el imperialismo y sus socios nativos: por la Unidad Socialista de América Latina.
En este cuadro, la izquierda organizada en el FIT-U puede y debe jugar un papel trascendental organizando la resistencia de las masas trabajadoras y explotadas en todos los terrenos. Un Congreso del Frente de Izquierda y los Luchadores es central. Tradicionalmente, los congresos obreros y socialistas son el método utilizado por los socialistas para avanzar en definiciones programáticas y montar los procesos de lucha por ellas. Para el Partido Obrero también la intervención electoral que comienza muy pronto en provincias como Santa Fe y otras debe estar presidida por esta orientación.