Se acaban de anunciar 23 despidos en la salud pública rionegrina. Los mismos forman parte de los compromisos del gobernador Alberto Weretilneck con el gobierno nacional de Javier Milei, que busca eliminar la paritaria estatal nacional, políticas que son una brutal continuidad del vaciamiento de la salud que precede a la pandemia.

Los despidos implican mucamas, administrativos, enfermería, entre otros. Un compañero enfermero de El Bolsón de 50 años de edad, contratado durante la pandemia de Covid, fue despedido. Una mucama con un hijo con autismo quedó sin trabajo y el niño sin obra social. Entre los diferentes organismos los despidos ya suman 448.

La lista de despedidos sale de la lapicera de Tania Lastra, presidenta del Consejo Provincial de la Función Pública, órgano antiparitario por definición, pero por cuenta y orden de Weretilneck, cuya firma del Pacto de Mayo trae este resultado. El gobernador salió en varios medios de comunicación afirmando que «ni achique ni motosierra» (Darlanota.com), sino que los despidos corresponden a una «no renovación de contratos», lo que de conjunto demuestra la precariedad que impone el Estado: contratos sin estabilidad laboral y despidos.

Otro argumento esgrimido sería el de un mayor control de la Función Pública, apuntando al régimen de licencias y las faltas de la clase obrera del sector. La hipocresía es total, viniendo de parte de quien es el principal funcionario provincial de la función pública hace hace 15 años, y cuenta sobre sus espaldas con graves falencias como administrador público: desapariciones y muertes de trabajadores rurales, asesinatos y femicidios, catástrofes ambientales, desfinanciamiento en salud y educación y un endeudamiento de la provincia como nunca antes en su historia.

Los vencimientos de deuda crecen y crecen, beneficiando a distintos especuladores nacionales e internacionales, mientras se habla de cuidar los fondos públicos despidiendo.

En este cuadro necesitamos algo más que el cacareo habitual para la tribuna de parte de las direcciones sindicales en la provincia. Es necesario un frente de lucha de todos las y los estatales para enfrentar los ataques del gobierno. Seguir a quienes se sientan a negociar con ajustadores es un camino de derrota para la clase trabajadora estatal, que necesita intervenir de conjunto con una política independiente.

Desde Tribuna Estatal de Río Negro exigimos la inmediata reincorporación de todos los despedidos.

Apertura ya de las paritarias que contemple también el último trimestre año 2024.

Pase a planta de todos los precarizados.

Plan de lucha provincial hasta derrotar la motosierra de Milei y Weretilneck.

La burocracia de Uatre Río Negro y Neuquén firma salarios de pobreza

Canalicemos el enojo con un plan de lucha. –

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