Internacionales
12/7/2025
Millones de trabajadores pararon en la India
Con movilizaciones y piquetes para rechazar reformas flexibilizadoras, privatizaciones y por aumento del salario mínimo.

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El paro reclamó contra la precarización laboral
Los trabajadores de la India, la nación más poblada del mundo, desarrollaron un paro general con movilizaciones y piquetes este miércoles 9 para rechazar una serie de reformas flexibilizadoras, las privatizaciones en el sector público y en demanda de un aumento del salario mínimo, entre otros reclamos.
La convocatoria partió de un frente de diez centrales sindicales, entre las que figuran el Congreso Nacional de Sindicatos de la India (Intuc, ligado al opositor Congreso Nacional Indio), Aituc (vinculada al Partido Comunista) y Citu (orientada por el Partido Comunista Marxista). Además, se sumó a la jornada la organización de agricultores Samyukta Kisan Morcha. El gobierno indio respondió con arrestos y represión en distintos estados del país.
Tanto el gobierno del primer ministro Narendra Modi (del derechista BJP, quien logró un tercer mandato en junio de 2024) como los gobiernos estaduales impulsan una flexibilización laboral, como en el estado sureño de Andhra Pradesh, donde se busca elevar la jornada laboral a 10 horas. Por eso, la defensa de la jornada de ocho horas fue uno de los puntos de la jornada.
La administración de Modi enfrentó otros paros generales masivos, como los de 2020 y 2022, que envolvieron a cientos de millones de trabajadores, pero las centrales sindicales no le dieron continuidad a esas medidas. A su vez, tras la rebelión campesina de 2020-2021, los agricultores volvieron a las calles en febrero de 2024 para reclamar un precio sostén para una veintena de productos (como arroz y trigo), la condonación de deudas y una pensión de 10 mil rupias (equivalente a 120 dólares) para los mayores de 60 años. En agosto de ese mismo año, la violación seguida de muerte de una doctora en un hospital de Calcuta (capital del estado de Bengala Occidental), desató huelgas y movilizaciones contra la violencia en los lugares de trabajo y la precarización laboral.
La irrupción de la clase trabajadora y el movimiento campesino con sus reivindicaciones contrarresta la agenda guerrerista de Modi, quien estuvo a punto de trenzarse en un nuevo conflicto armado con Pakistán hace pocas semanas, y sus políticas privatistas y de discriminación de la comunidad musulmana.

