“El domingo pasado, el pueblo de la Nación argentina dio un veredicto y en aquel momento expliqué que yo, como todos nosotros que somos parte de un movimiento que sabe escuchar las demandas populares y la voz del pueblo, iba a tomar cuenta de los reclamos”. Así comenzó Alberto Fernández su discurso en el acto de recambio derechista de ministros, luego de la categórica derrota del Frente de Todos Paso y la crisis entre el albertismo y el kichnerismo que le sucedió.

“Todos y todas hacen falta y nadie tiene que quedar afuera de estos tiempos de reconstrucción”, continuó el presidente, para presentar al nuevo gabinete en medio de un giro reaccionario y derechista: en la ceremonia asumieron Juan Manzur en la Jefatura de Gabinete; Santiago Cafiero como nuevo canciller; Aníbal Fernández, en Seguridad; Julián Domínguez en Agricultura; Jaime Perzyck en Educación y Daniel Filmus en Ciencia, Tecnología e Innovación. También Juan Ross juró como secretario de Comunicación y Prensa.

Uno de los guiños de la jornada fue la presencia en primera fila de Elizabeth Gómez Alcorta, ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad en la jura del nuevo jefe de gabinete, el antiderechos Juan Manzur, a quien ella misma denunció por obligar a parir a una niña abusada de 11 años en 2019. La ministra de Mujeres declaró hoy en Radio 750: “Me imagino una buena convivencia con Juan Manzur”, al mismo tiempo que aseguró que “volvería a denunciar” a quien obstaculice una ILE, en su calidad de “militante feminista” y no de funcionaria pública. Una forma vergonzante de tapar que precisamente como funcionaria avala al nuevo jefe de ministros. Una verdadera impostura.

Manzur dejó su cargo como gobernador de Tucumán -en medio de una crisis política– con un prontuario oscurantista y antiderechos. Reconocido miembro del Opus Dei, el candidato que propuso Cristina declaró a su provincia provida en medio de la marea verde que luchó incansablemente por conquistar el aborto legal en nuestro país. Manzur también es el responsable político de meter presa a Belén por tener un aborto espontáneo en el 2014. Actualmente, Manzur recubre de impunidad al legislador tucumano Bussi, sobre quien recaen 11 denuncias por parte de “Lupe”, una joven que fue abusada sexualmente y perseguida.

Otra “perlita” de la jornada fue la de Jaime Perzyck, el nuevo ministro en la cartera de Educación, extitular de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) y rector de la Universidad de Hurlingham. En un gesto “progresista” separó la Biblia de la Constitución al momento de jurar como ministro. Pero la realidad como funcionario educativo demuestra todo lo contrario: de la mano del gobierno de ajuste en el que estuvo metido hasta el cuello, avanzan también los negociados y la privatización educativa, bajo la cobertura de la “generación de recursos propios” que estipula la Ley de Educación Superior votada por el menemismo y aplicada por todos los gobiernos posteriores. Así lo vemos con el arancelamiento de contenidos, que afecta, por ejemplo, la Diplomatura de Educación Sexual Integral en Filosofía y Letras de la UBA y en la Universidad de San Martín. No hay “Separación de la Iglesia del Estado” con un privatista a cargo de la educación, sino por el contrario mayor injerencia clerical.

También asumió Daniel Filmus, quien profundizará la orientación llevada hasta ahora en Ciencia y Técnica: gobernar para los laboratorios privados, desfinanciar el sistema científico -dentro de ello las investigaciones sobre Covid-19– y enterrar los salarios de sus trabajadores (Prensa Obrera, 20/9).

Aníbal Fernández, el nuevo ministro de Seguridad, dijo en los medios: “No puede pasar nunca más lo de Santiago Maldonado ni lo de Rafael Nahuel”. Pero es él mismo quien posee un nutrido historial manchado de sangre y represión: fue uno de los responsables políticos del asesinato de Darío y Maxi en Puente Pueyrredón y de nuestro compañero Mariano Ferreyra, armó causas truchas y espionaje sobre trabajadorxs y luchadorxs, fue interventor de Yacimientos Carboníferos de Río Turbio (YCRT) y despidió a 400 trabajadores -y además contó con el saludo fraterno de su ministro par bonaerense, el represor Sergio Berni.

El recambio de gabinete demuestra claramente que sigue en pie el rumbo del Presupuesto 2021 de Martín Guzmán y el Fondo Monetario, que las «críticas» cristinistas no sacan los pies del plato de esa hoja de ruta.

La lucha contra el ajuste, la pobreza, el desempleo, solo puede darse de la mano de luchar contra el conjunto de quienes gobiernan, que nos seguirán hundiendo en la miseria. En este sentido, está sucediendo una enorme movilización de trabajadores ocupados y desocupados, organizaciones piqueteras, el sindicalismo combativo y la juventud al Consejo de Salario Mínimo.

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