Para el mes de agosto, el Ente Nacional Regulador Energético anunció un nuevo aumento (el quinto en el año)  de la luz para el Area Metropolitana del 5,5% promedio para los usuarios del nivel más alto (que paga la tarifa plena) y un poco por debajo de esa cifra para los niveles medio y bajo que superen el consumo subsidiado, que se extiende hasta los 400 kWh bimestrales.

Los diarios han difundido estos días muchos casos particulares de usuarios que han sufrido un gran salto en sus facturas. Muchas familias se ven afectadas por fuertes incrementos debido a que no han podido acceder al registro para conservar los subsidios, están mal categorizadas por las distribuidoras, o bien porque el tope de 400 kWh que dispuso el gobierno es insuficiente, más aún en un período invernal. Se estima que en una familia tipo el consumo no baja de 650 kWh por bimestre (Infobae, 4/8/22).

El incremento de las tarifas es un reclamo del Fondo Monetario Internacional (FMI), que exige que el monto destinado a subsidios se reoriente a asegurar el repago de los compromisos con el organismo financiero. El gobierno aplica esta política, que es compartida por Juntos por el Cambio y por Milei. El último acuerdo con el Fondo, por parte de Sergio Massa, contempla nuevos tarifazos.

A pesar de la desinversión y el mal servicio (basta recordar los múltiples apagones del último verano), las empresas del sector energético, como Edenor y Edesur, son favorecidas no solo con los aumentos sino también con condonaciones millonarias de sus deudas con el Estado, como ocurrió a comienzos de año.

“Los sucesivos tarifazos en los servicios públicos son un golpe contra el pueblo y una demostración del ajuste que viene de la mano del pacto entre Massa y el FMI. Cuando el gobierno actual y también el anterior hablan de ‘corrección de tarifas’ siempre quieren decir lo mismo. La plata de los aumentos de la factura va para las ganancias de Edesur y Edenor. Los trabajadores pierden poder adquisitivo para que un grupo al que nadie le pide una rendición de cuentas llene sus bolsillos”, sostuvo Gabriel Solano, precandidato presidencial de Unidad de Luchadores y la Izquierda, desde Rosario, donde fue a respaldar a Carla Deiana, la candidata a gobernadora del FIT Unidad.

Abajo los tarifazos y el vaciamiento energético. Por la nacionalización del servicio bajo control de los trabajadores.

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