El próximo 17 de junio se realizará de manera virtual el Plenario de la Coordinadora Sindical Clasista en Córdoba. Bajo el lema “las tareas del movimiento obrero y su lucha” la convocatoria tiene por objetivo reforzar los procesos de organización que recorren a la clase obrera cordobesa y preparar la intervención política de lxs luchadorxs de cara a la contienda electoral, que tendrá lugar en medio de una de las mayores crisis políticas y sociales en la provincia.

Compartiré la participación en la jornada con Emanuel Berardo, dirigente del Polo Obrero, y Soledad Díaz, dirigente del Partido Obrero y legisladora (mc). Serán parte de la convocatoria la docencia combativa que batalla contra el regreso a una presencialidad insegura. Y las y los luchadores trabajadores de la salud que desde la primera línea de lucha contra el Covid denuncian el vaciamiento del sistema sanitario.

Se sumará el activismo de los sindicatos combativos del Sutna (neumático) y el Sitram, municipales de Jesús María, que vienen de un nuevo triunfo al arrancar el pase a planta de decenas de compañerxs y de obtener una recomposición salarial por arriba de la inflación, mientras que avanzan en importantes conquistas en cuanto a condiciones de bioseguridad y estabilidad laboral. Como así también trabajadores y activistas de la universidad, estatales, de casas particulares, de Luz y Fuerza, jubilados, entre otros.

El plenario tendrá lugar en un contexto crítico para la provincia de Córdoba. A catorce días de fijarse las últimas restricciones, entre las que se dispuso la suspensión de la educación presencial y el pase a una modalidad virtual, los números de contagios son alarmantes. Esta situación ha llevado al gobierno provincial días atrás a activar el llamado “Código Rojo”, una medida que da cuenta de un colapso que el gobierno se empeña en negar.

Córdoba en la última semana se afianzó como el segundo distrito más afectado por la pandemia. La ocupación de camas críticas destinadas a tratar coronavirus superó el 87%. Según especialistas sanitarios y epidemiólogos, la llegada de nuevas sepas, las demoras en el plan de vacunación y el aumento de la circulación ha extendido la franja etaria de acción del virus, afectando cada vez más a personas jóvenes y extendiendo el tiempo de internación hasta llegar a un promedio de 17 días.

La situación se ve agravada con la escasa inversión en materia sanitaria y una política deliberada del gobierno de Schiaretti que apunta a la liberación de la producción, lo que multiplica los contagios en los lugares de trabajo y el sistema de transporte. Las denuncias de trabajadores de la alimentación, como lxs de Arcor y Blagley dan cuenta que las restricciones son a medida de las grandes patronales.

En el ámbito estatal la presencialidad también produce muertes evitables en la docencia. Además, un cuarto de lxs trabajadores del Poder Judicial contrajo coronavirus. Lo señalado marca a las claras que el Estado sigue una orientación antisanitaria y da vía libre para que las patronales no detengan la producción a pesar de los contagios. La responsabilidad patronal en los contagios debe entenderse en este cuadro.

A la crisis sanitaria se suma la crisis económica y social. Para hacer frente a los vencimientos de deuda con el FMI y el Club de París, el gobierno de Fernández no dudó en echar mano al presupuesto destinado a salud, educación y jubilaciones. Esta línea es acompañada activamente por el gobierno de Schiaretti y Llaryora quienes impusieron el tope salarial del 29% promedio a los trabajadores estatales, dejando a la inmensa mayoría bajo la línea de la pobreza. Asimismo, promovieron la precarización y flexibilización laboral mediante la extensión del teletrabajo, por un lado, mientras habilitan la presencialidad insegura en fábricas y lugares de trabajo, incumpliendo todos los protocolos de bioseguridad.

Las conducciones sindicales de todos los pelajes han optado por una integración total a los gobiernos, que llevó a firmar paritarias a la baja y apoyar un política criminal de presencialidad insegura en las escuelas y fábricas.

Preparemos la intervención de la clase obrera

La jornada de lucha del sindicalismo combativo y el movimiento piquetero independiente el pasado 11 de junio fue la expresión de una creciente intervención de la clase obrera combativa. Sin duda, la inflación descontrolada, el crecimiento de la pobreza, el hambre y la desocupación anticipan un escenario electoral atravesado por luchas populares.

Nada de esto estará presente en los programas del kirchnerismo, el PJ y Cambiemos, que van a disputar en la campaña electoral, pero comparten una misma perspectiva: la de beneficiar al capital agrario y continuar ajustando para cumplir con las exigencias del FMI y los acreedores internacionales.

Es necesario darle desarrollo a las luchas de las y los trabajadores en el terreno político, hacer avanzar una posición independiente de las variantes patronales. Es en esta perspectiva que se inscribe nuestra campaña por un Congreso del Frente de Izquierda Unidad.

El Plenario de la Coordinadora Sindical Clasista en Córdoba es una primera instancia para analizar y desarrollar las tareas del movimiento obrero, con los protagonistas de las luchas en Córdoba. Convocamos a todo el activismo obrero a nutrir esta instancia junto a los referentes provinciales del Partido Obrero en el FIT-U.