Juventud

28/9/2020

Debates, conclusiones y campañas de la comisión política del Congreso Nacional de la UJS

Con 200 compañeres de todo el país, delineamos un plan de lucha por la independencia política de la juventud.

El Sábado 26 de Septiembre y con alrededor de 200 compañeres, se llevó a cabo la Comisión de situación política nacional e internacional del Congreso Nacional de la UJS. Las intervenciones, que hicieron alusión a la caracterización de la situación política, el estadio de la juventud y cómo intervenir sobre ella como un factor revolucionario, fueron riquísimas en contenido y demostró la vitalidad de nuestra organización nacional. Como así también la importancia de los movimientos internacionales, signados por cuadros de rebelión como en EE.UU., y las latentes rebeliones en América Latina, con la juventud chilena a la cabeza.

Entre las resoluciones más importantes aprobamos declaraciones políticas e internacionales hacia la juventud, movilizar este 28 por el aborto legal seguro y gratuito, profundizar la lucha por el fuera Berni por justicia por Facundo Castro, movilizar masivamente a Guernica junto a las familias trabajadoras contra el desalojo represivo. Desarrollar una enorme campaña a 10 años del asesinato de nuestro compañero Mariano Ferreyra.

Situación política

En nuestro país la situación política es explosiva por sus propias contradicciones que tiene como telón de fondo la crisis capitalista mundial. La pandemia por el Covid 19 profundizó las tendencias recesivas, evolucionando a una depresión solo comparable con la crisis de 1930.
El gobierno nacional del dúo Alberto- Cristina Fernández embargo la edificación de su plan económico y social al acuerdo con los bonistas. En función de ello se pagaron vencimientos por miles de millones de dólares al capital financiero, incluso cuando la pandemia exigía (y exige) poner los recursos económicos del país en el sistema de salud. Ya alcanzado el acuerdo con los bonistas, un acuerdo colonial desde nuestra óptica, no se han solucionado ni uno de los problemas explosivos que atraviesan a la Argentina. Continúa la fuga de dólares, la inflación galopa a gran velocidad y continua la sequia de inversiones.

Nos encontramos en puertas de una nueva y fuerte devaluación que afectará sin lugar a dudas a la juventud y a la clase obrera en su conjunto, con salarios por debajo del costo de vida y un achatamiento de los presupuestos educativos, de salud, de infraestructura y vivienda. Sin embargo, la clase capitalista continúa ganando. Avanzando en paritarias a la baja en la casi totalidad de los gremios con la complicidad de la burocracia sindical, ejecutando despidos (pese al decreto que los prohíbe), rebajando salarios por suspensiones, violando los protocolos de seguridad e higiene. Excepto, donde dirige el clasismo como es el caso del SUTNA, que volvió a anotarse un enorme triunfo obrero en su última paritaria record.

Para la juventud hay ajuste, precarización, desempleo y represión. La juventud que estudia fue dejada a su suerte con una virtualidad forzosa que trajo más problemas que soluciones producto del ajuste educativo. Cientos de miles han perdido sus cursadas en todo el país. Por parte del Gobierno nacional, ni de las provincias, hubo planes de becas, o de conexión a la altura de las circunstancias. El sector de jóvenes que labura lo hacemos de manera precarizada, en la gran mayoría sin convenios colectivos, con salarios muy por debajo del costo de vida, y con ritmos de explotación insoportables. En este punto, la pelea de los jóvenes de reparto es todo un eje a desenvolver a fondo, por la profundidad estratégica del fenómeno. Esa juventud trabajadora que lucha por sus reivindicaciones más sentidas debe poner sus cañones en expulsar a la burocracia sindical de su sindicato, poniendo en pie cuerpos de delegados y luchando en un campo común junto al movimiento obrero combativo y antiburocrático organizado en el plenario sindical combativo. Por otro lado una enorme masa de jóvenes son arrojados al desempleo y a la marginalidad. El IFE sumamente limitada no alcanza para darle una salida a esta masa de jóvenes desempleados. Es necesario luchar por un seguro al parado equivalente a $30 mil y por trabajo genuino para el conjunto de la juventud.

Durante la primera fase de cuarentena las fuerzas represivas han desarrollado un baño de sangre contra la juventud en todo el país. El total de casos de gatillo fácil asciende a 113 personas. El caso de Facundo Castro, quien fue encontrado muerto luego de 3 meses de desaparición forzada, puso arriba de la mesa la responsabilidad absoluta de la maldita bonaerense con Sergio Berni en primera línea. Sin embargo el “progre” Axel Kicillof lo ratificó una y otra vez en su cargo, con el aval del gobierno nacional. Y no solo eso, sino que han recompensado a la bonaerense con un aumento salarial del 40% post motín. Quieren a los encargados de la represión contentos para que cumplan con su “oficio” en momentos donde la carestía social empuja a miles de familias a ocupar tierras, como en Guernica, en pos de recuperarlas para contar con un lugar donde vivir, y la respuesta del Estado es la represión.

¿En qué punto nos encontramos les jóvenes?

De conjunto tenemos un cuadro de ofensiva contra la juventud. La comisión abordó, entonces, cuáles han sido las respuestas de les jóvenes, sus luchas políticas y los bloqueos que se nos presentan.
Evidentemente miles de jóvenes se han pronunciado rotundamente por el “Fuera Berni”, cuando aún no se conocía el desenlace final de Facundo Castro. La UJS y el Partido Obrero fuimos animadores de esta consigna, como también de organizar el conjunto de las luchas democráticas, contra la represión, en un plenario nacional anti represivo, que finalmente tuvo lugar hace algunas semanas y significo un punto de apoyo para continuar esta pelea.
La pelea por echar al fachistoide Berni es una divisoria de aguas en la juventud. Si se encubre a Berni no se puede estar del lado de la juventud. No hay vueltas. Por ese motivo, es fundamental profundizar esta lucha y marcar claramente que el responsable de que Berni siga en su cargo es el kirchnerismo, mostrando su costado antipopular y represivo. ¿Se puede ser un gobierno popular y sostener a los responsables del gatillo fácil y la desaparición forzada de jóvenes? La respuesta es harto evidente: no.

Otro eje clave de la situación política es el problema del pago de la deuda externa, el acuerdo con los bonistas y el sometimiento al FMI. Se sabe que estos actores son enemigos acérrimos de la juventud y de la clase obrera. La juventud peronista, en todas sus vertientes, han salido a rescatar fuertemente el acuerdo obtenido por el ministro de Economía Guzmán, y vendido humo diciendo que gracias a él la Argentina, y por ende la juventud, podían soñar con un presente, y un futuro de soberanía nacional. En momentos de ajuste, de desempleo, precarización y carestía, plantear que pagarle miles de millones de dólares a un grupo de parásitos internacionales representa un acto de soberanía es de un cinismo absoluto. La lucha política por ganar a la juventud al no pago de la deuda externa y por romper con el FMI son claves en la perspectiva de forjar una dirección revolucionaria en el movimiento juvenil.

Pero la juventud ligada al Estado actúa, toma la iniciativa, en función de bloquear las expresiones de lucha que surgen en el movimiento. Lo hace desde las organizaciones de masas en las que se encuentra a la cabeza, como sindicatos, centros de estudiantes, movimientos sociales, el movimiento de mujeres, el movimiento ambiental, etc. Con una política de conjunto: avanzar en la cooptación e integración de la juventud al Estado, planteando que así estamos en mejores condiciones de obtener nuestras reivindicaciones, y agitar el espectro de la derecha. En las últimas semanas, con la salida de un sector de cambiemos a la escena política, promoviendo movilizaciones (raquíticas), con Duhalde agitando golpes de Estado, y con varios recules del gobierno de Alberto Fernández, frente a la presión de sectores de la burguesía; el kirchnerismo/peronismo extorsiona a la juventud y al movimiento obrero en general que cualquier acción de lucha que ponga en agenda nuestros reclamos y reivindicaciones más apremiantes es hacerle el juego a la derecha y desestabilizar al gobierno “nac & pop”. Este relato extorsivo hace efecto en un amplio sector de la juventud, que espantado por los últimos 4 años de macrismo, puede llegar a la conclusión que es mejor aguantar hasta que pase el mal momento para no debilitar al gobierno actual. El famoso “darle tiempo”. La batalla política e ideológica, por caracterizar y explicar al conjunto de la juventud que el gobierno actual es quien representa, en este momento, de mejor manera al conjunto de la clase capitalista, y que es con él, precisamente, con quien las demandas de la burguesía encarnan y se hacen concretas, es elemental. ¿Quién ajusta a los jubilados: el gobierno nacional o la derecha? ¿Quién sostiene a Berni? ¿Quién tranza con la iglesia y bloquea que se trate el proyecto por la legalidad del aborto en nuestro país? ¿Quién empoderó a las fuerzas represivas? ¿Quién acaba de presentar un presupuesto educativo 2021 con más de 12 puntos de ajuste?. La mejor manera de enfrentar a los elementos de derecha es enfrentando decididamente el ajuste y a su ejecutor: el gobierno nacional. Por otro lado, ¿el ingreso de jóvenes a distintos ministerios del Estado cambió la realidad de la masa juvenil? Al contrario, quizá este grupo funcionario vive mejor, pero para la mayoría lo que se profundizó es el ajuste.

Por la organización independiente y revolucionaria de la juventud

Este problema es el eje elemental de la intervención de la juventud revolucionaria. Pues la pelea por separar la vanguardia juvenil del nacionalismo de contenido burgués es indispensable para desenvolver un movimiento que luche por nuestras reivindicaciones, en unidad con la clase obrera y el conjunto de los sectores populares. Una juventud sometida al Estado está condenada en términos políticos a ser estéril, es decir, a no ser un factor de transformación social.

El problema de la independencia política y cómo intervenir frente a un gobierno de relato “progre” genera debates y una gran confusión, incluso, en sectores de izquierda. La comisión política abordó las divergencias que han aparecido al interior del FIT, fundamentalmente con el PTS quien en el último tiempo dio un salto en posiciones de adaptación al kirchnerismo, ya sea rechazando el fuera Berni durante un tiempo prolongando, actuando contra el plenario del sindicalismo combativo en pos de desenvolver un acto divisionista con el eje en “ganar las calles contra la derecha” en oposición a enfrentar el pacto social del gobierno, la burocracia y la UIA, o pasando por alto la responsabilidad de Kicillof frente a las amenazas de desalojo en Guernica.

Nuestra corriente, por el contrario, dará la pelea a fondo por colocar a la juventud y al movimiento obrero en las calles, levantando un programa de independencia política al gobierno. Desarrollando una delimitación sistemática desde el punto de vista de los intereses de la clase obrera. Adaptándonos es imposible conquistar a la juventud a una lucha revolucionaria. Por ello planteamos que el FITU, con su programa y su acción, debe colaborar en postular al conjunto de la clase obrera y los sectores populares, entre ellos la juventud, como una salida política propia frente al derrumbe actual, para que la crisis la paguen los capitalistas.

Finalmente, para llevar adelante esta tarea titánica, como un insumo para el debate y la intervención revolucionaria, la comisión política del congreso aprobó dos declaraciones políticas, una nacional y otra internacional. Con ellas llevaremos adelante un fuerte trabajo de agitación y propaganda, organizando el debate, mediante citas y charlas políticas. Así lucharemos a fondo por ganar a la juventud a la organización revolucionaria para enterrar a este régimen de opresión y barbarie, es decir, a un programa y un método de intervención revolucionario.

Consideramos que nuestro congreso se inscribe, sin lugar a dudas, en una etapa de choques agudos entre las clases sociales en pugna, y que en el caso de nuestro continente, prepara una segunda oleada de rebeliones populares, al calor de la rebelión norteamericana. Nuestra juventud militará con todo el vigor y la energía revolucionaria por colocar a la juventud Argentina en el compás de las rebeliones latinoamericanas. Enorme tarea por delante. A ello vamos.