Sindicales

6/10/2021

“La lucha por la zona desfavorable necesita unidad y plan de lucha independiente de los trabajadores”

A un año de la presentación de otro proyecto de Ley por Zona Desfavorable que se cajonea, Prensa Obrera entrevistó a Gabriel Musa, compañero de esta lucha.

A un año de que la lucha de los y las trabajadoras rurales y del empaque por el 40% por zona desfavorable hiciera crujir a las burocracias sindicales (mientras la patronal frutícola salía a la ruta en contra de su otorgamiento), logrando luego el apoyo de los trabajadores del hielo y de prensa, un nuevo proyecto de ley presentado en el Congreso de la Nación fue cajoneado.

Compartimos a continuación la entrevista que le realizamos a Gabriel Musa, quien apoya desde el primer momento este derecho laboral negado por la patronal frutícola y los sucesivos gobiernos en Río Negro, Neuquén, La Pampa y de la provincia de Buenos Aires con epicentro en Carmen de Patagones.

P.O: ¿Qué pasó con el proyecto de Ley por zona desfavorable en el Congreso de la Nación?

G.M: Con el proyecto presentado el año pasado por la propia burocracia de Uatre mediante Pablo Ansaloni, diputado, pasó lo que pasó con tantos otros: se cajoneó. En el 2018 ocurrió lo propio con el de María Emilia Soria cuando era diputada del Frente para la Victoria. Quienes han presentado proyectos, del partido político patronal que sea, solo lo hicieron demagógicamente para descomprimir la organización y la lucha de los trabajadores. Pasó en el gobierno de Macri, y ahora en el de Fernández. La idea de ese tipo de proyectos es desorganizar, no empalmarlos con el movimiento obrero del sector que sigue reclamando un derecho determinado.

Del último proyecto se colgaron las direcciones burocratizadas de Soefrnyn (Sindicato de Obreros y Empacadores de la Fruta de Río Negro y Neuquén) y Sthimpra (Sindicato de Trabajadores de la industria del Hielo y Mercados Particulares de la Republica Argentina), aunque solo para la foto. Lo mismo vale para los sindicatos de prensa. Recuerdo sobre este sector haber estado en un encuentro virtual donde la diputada nacional Ayelén Sposito, del Frente de Todos, había prometido presentar uno. Se vio que ni los diputados que han presentado proyectos ni las direcciones sindicales han defendido verdaderamente la lucha. Hoy sigue faltando la ley del Congreso de la Nación que incluya estos sectores.

P.O: ¿Por qué piensa que sucede eso?

G.M: Es evidente que la orientación del Estado, gobierno tras gobierno, ha sido solo en beneficio de la patronal. Tenemos rurales por debajo de la línea de pobreza, sin zona desfavorable y con una profunda precarización laboral en las chacras que hemos denunciado sistemáticamente como trata de personas y esclavitud, mientras que la patronal, que se ve beneficiada con esta política precarizadora del Estado, además es premiada con subsidios y la reducción a cero de las retenciones que terminan definiendo quienes gobiernan.

Las denuncias del incumplimiento de protocolos en plena pandemia, en las chacras y los empaques brotaban por todos lados. Sin embargo, la producción se levantó y se exportó superando récords, que sumado a los subsidios y eliminación de retenciones generó una gran ganancia para la patronal; aunque sin que ello signifique mejores salarios u otorgar el 40% por zona desfavorable. Hace poco José Voytenco, secretario general de Uatre, afirmaba que la riqueza que necesita el país la producen los y las trabajadoras, pero se la lleva la deuda, no los salarios de estos.

P.O: ¿Y los sindicatos?

G.M: Quedó en evidencia, particularmente en esta provincia, que hay una dirección burocratizada al frente de los sindicatos que intervienen, adherida al Estado y los gobiernos de turno, que acompaña todas sus definiciones en beneficio de la patronal frutícola, y que ajusta a los y las trabajadoras rurales. Esto también vale para los sindicatos adheridos al gobierno nacional del Frente de Todos. De conjunto han seguido la misma política antiobrera negando, década tras década, la zona desfavorable; no han denunciado tampoco ni la trata de personas ni los casos de trabajo esclavo e infantil, porque se benefician de ese sistema precarizador.

Ninguno ha realizado asambleas o puesto en las calle un plan de lucha por salarios dignos ni por la zona desfavorable, sino que han boicoteado la lucha, llegando incluso a amenazar a rurales. Las demás direcciones sindicales, que han dejado pasar esta lucha sin apoyarla (aunque aparecen ahora intentando dar algunas soluciones) son parte de la encerrona a la que son empujados los y las trabajadoras, que no ven en sus propias direcciones ninguna representación.

P.O ¿Y los y las trabajadoras?

G.M: En este punto me quiero detener. Se ha abierto un debate en una parte de las bases de este sector proletario e industrial, a partir de la lucha por la zona desfavorable, pero también una intervención, y no hay marcha atrás. Los y las rurales, en el empaque y las cámaras, producen la mayor riqueza de esta provincia, pero se la llevan la patronal y el Estado. Los derechos son vulnerados y negados sistemáticamente pero sectores políticos, patronales y sindicales conviven y desarrollan una agenda antiobrera.

El punto es que ahora se ha dado un proceso de organización autoconvocada que recorre la provincia, intentando conquistar sus derechos pero también intentando recuperar Uatre para los y las rurales, y Soefrnyn para los y las empacadoras. En el sector de prensa vienen sosteniendo un plan de lucha con paros. Una parte de las bases sabe que la burocracia está embarcada en hacerle de aparato al gobierno en medio de la campaña, y solo se encarga de contener los procesos de organización que se dan. Esto se vio como nunca, justamente, detrás de la lucha por la zona desfavorable, porque no fueron a un proceso de asambleas y plenarios provincial para salir con un plan de lucha común, y cuando era necesario convocar un paro general.

P.O ¿Qué se avizora en este gran proceso de lucha obrero?

G.M: El escenario está marcado por el avance de la pobreza, incluso entre la clase trabajadora laboralmente activa, y el ajuste que aplica el gobierno. Los sectores atravesados por la lucha por la zona desfavorable no escapan a eso. Lo importante es darle el grado de importancia que merece el hecho de que las bases se encuentren debatiendo, buscando una salida. Eso en sindicatos como Uatre, Soefrnyn o Prensa no tiene marcha atrás, y camino al 2023, cuando se renuevan autoridades en algunos sindicatos, puede ser un factor de cambio en la situación. Pero aclaro: la lucha por la zona desfavorable ya provocó un primer e histórico cambio, el punto es la orientación que se le imprima a ese proceso.

Nosotros entendemos que la lucha por la zona desfavorable necesita la unidad de los y las trabajadoras. Cualquier mecanismo de separación de las bases es un favor a la burocracia, en cualquier sindicato. Las movilizaciones y cortes de ruta de hace solo un año han dejado huella por el proceso de autoconvocatoria. Las direcciones de los sindicatos saben que hay un sector de vanguardia dentro de la clase trabajadora de los sectores que se encuentra buscando una salida, organizándose. Esto se ve en Uatre y Soefrnyn, pero también en Prensa, todos sectores hiperprecarizados y oprimidos, incluso censurados y amenazados.

El proceso de deliberación y asambleas sigue, en diferentes grados, y se toman decisiones que abren nuevas etapas. En este punto entendemos que se debe intentar confluir en un plenario general de las bases por sindicato, para desenvolver luego una convocatoria mucho mas amplia a los demás sectores en lucha, que sirva para unificar en las calles con una lucha común por la zona desfavorable; un derecho elemental negado durante todos los gobiernos. Sin dudas que “la ganamos en las calles” sigue mas vigente que nunca.

Un abrazo a todos y todas las grandes protagonistas obreras de esta histórica lucha.