Los casos de gripe se dispararon y la situación en los hospitales públicos y en algunas clínicas comienza a tornarse dramática, ya que en muchos casos no dan abasto con la demanda de atención. Más del 95% de las detecciones son de influenza A, y en lo que va del año ya fallecieron 7 personas con este diagnóstico. La política del gobierno de Milei, que redujo un 40% el presupuesto de salud, supone un límite al combate contra el alza de la gripe; solo contribuye a que el cuadro en los establecimientos se agrave.

En lugares como el Hospital Británico, el Pedro de Elizalde, el Ricardo Gutiérrez o en sanatorios como el de la Trinidad pueden verse guardias con mucha demanda y familias teniendo que esperar horas para ser atendidas. Este estado de cosas se replica en otros establecimientos. En el conurbano bonaerense buena parte de las salas están desbordadas, como se verifica en hospitales de la zona sur.

Lo que impera es el desfinanciamiento. “La realidad es que el sistema de salud está en crisis. Cada vez hay menos gente que estudia medicina, cada vez menos gente que hace residencia. Si sigue así, Argentina se va a quedar sin médicos. Y el problema lo van a tener todos. Somos pocos y trabajamos a conciencia”, señalaron desde la guardia pediátrica del Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento.

Hace tiempo que se viene produciendo una fuga de profesionales o que directamente muchas personas no quieren estudiar medicina. Estos fenómenos se deben fundamentalmente a la pobreza salarial que prima en el sector, a lo que se suma el pluriempleo y el maltrato que los patrones ejercen contra los trabajadores. En pediatría esto se ve claramente.

“Las guardias de hospitales pediátricos como el Pedro de Elizalde y el Ricardo Gutiérrez lo reflejan. Padres y madres aguardan sentados o de pie, y hacen filas sosteniendo a upa a sus hijos. Las mamás que vienen de Provincia de Buenos Aires dijeron que estuvieron cerca de cuatro horas en la sala”, señala un artículo de Clarín (31/5). Corre peligro la salud de las infancias.

En este contexto, en Buenos Aires, por ejemplo, Cicop acaba de aceptar la miserable oferta salarial de Kicillof: un 7,5% de aumento para los salarios de mayo a cobrar en junio, el cual deja nuevamente a los ingresantes a la carrera profesional por debajo de la línea de pobreza. Sutecba en CABA también viene firmando paritarias a la baja. Hace poco más de una semana hubo paros en Sanidad en reclamo aumentos salariales. Si se aprueba la Ley Bases de Milei y regresa el Impuesto a las Ganancias sobre el salario, muchos no querrán cubrir más guardias para no ser confiscados por el Estado.

La incidencia de casos de influenza subió desde un 2,04% en principios de abril a un 20,22% a mediados de mayo, según el último Boletín Epidemiológico Nacional. Ciertos factores de la realidad se conjugan de manera explosiva: en el marco de la ola polar, los casos tenderán a acrecentarse, y, en el marco del ajuste libertario y de los gobiernos provinciales, los establecimientos de salud pueden ir hacia un nuevo colapso.

El pueblo argentino ya ha visto cómo los hospitales ingresaron en crisis durante la época de ascenso del Covid-19 y recientemente ante el incremento de los casos de dengue. Así como el plan de ajuste y la defensa de los negocios capitalistas de la salud del gobierno peronista significaron un escollo a la hora de pelear contra el avance del coronavirus, la motosierra de Milei es un límite brutal contra todo tipo de iniciativa para frenar el crecimiento del dengue; sin ir más lejos, desmanteló las áreas de salud para prevenirlo.

El ajuste del 40% que el gobierno ejecutó contra el presupuesto de salud afectó también por ejemplo a programas como el Remediar (que provee medicamentos gratuitos a los centros de atención primaria), el relacionado al combate contra el mal de chagas (distribuye insumos y reactivos para su diagnóstico y medicamentos para su tratamiento), y las partidas para cirugías a los niños con cardiopatías congénitas. En paralelo, los libertarios benefician a las prepagas y a los laboratorios.

Varios sectores de trabajadores de la salud, en distintos puntos del país, desenvolvieron luchas recientemente, tanto salariales y sindicales en general como en defensa del acceso de la población trabajadora a la salud. En Misiones son parte de la rebelión obrera contra el ajuste de Hugo Passalacqua y Milei; en Bahía Blanca se organizaron por aumentos salariales; en el Garrahan pelean por distintos reclamos; en Río Negro pusieron en jaque al gobernador Weretilneck; en Santa Cruz salieron a la lucha por salario; en Córdoba se organizaron por la reincorporación de trabajadores despedidos.

El camino para derrotar el ajuste y para conquistar aumentos de presupuesto reales para atender la crisis de los hospitales y aumentar los salarios es el de la organización y la lucha.

¿Quién fue Norita Cortiñas?

Gracias por tanta lucha incansable y por marcar el camino. –

prensaobrera.com

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