La política de ajuste del gobierno de Javier Milei, que viene produciendo estragos en la economía de millones de trabajadores y sus puestos de trabajo, está dando lugar al surgimiento de diversas luchas sindicales por todo el país. Hacemos un repaso de las principales luchas y conflictos de la semana contra esta política  antiobrera. Docentes movilizados contra el ajuste de Milei y los gobernadores; trabajadores de distintas empresas y dependencias públicas en la mira del plan motosierra y conflictos sindicales que se abren en distintos gremios en defensa del salario y contra el plan “licuadora” y el techo salarial que intenta imponer el gobierno nacional.

El recorte en las partidas educativas del gobierno a las provincias fue uno de los puntapiés de esta ofensiva contra los trabajadores, utilizado por los gobernadores como pretexto para descargar aún más el ajuste sobre el personal docente y los trabajadores estatales en cada provincia.

El inicio de clases previsto para este lunes 4 de marzo tuvo que darse en el marco de un paro nacional docente, que tuvo sus repercusiones en todas las provincias del país donde se resolvieron e implementaron distintas acciones.

En Córdoba miles de docentes pararon y movilizaron por el salario. En Santa Fé es la segunda semana de un plan de lucha que movilizó a 30.000 docentes contra la propuesta salarial de miseria del gobernador Pullaro del 7% de aumento. En Neuquén Aten protagonizó un parazo del 100% de la actividad y una movilización de 10.000 docentes. En Río Negro el gremio Unter votó parar y movilizar los días 11 y 12 de marzo en Viedma y las localidades. El paro también tuvo fuerte adhesión en la provincia de Buenos Aires y CABA, con el impulso del activismo Multicolor y el gremio Ademys.

El conflicto docente no es patrimonio exclusivo de la educación inicial y media sino que se extiende a las universidades nacionales, que convocaron para el próximo jueves 14 de marzo a un paro nacional por parte de todas las federaciones de la docencia universitaria y preuniversitaria y por Fatun (trabajadores no docentes), quienes vienen sufriendo un recorte salarial abrupto que tiende a agravarse con el envío de los mismos recursos del 2023 para el ejercicio actual a pesar de una inflación el 211%. En la Universidad de Córdoba más de 200 docentes de Adiuc votaron adherir a la medida.

La motosierra de Milei no solo avanza sobre el presupuesto educativo sino también sobre las empresas y dependencias públicas donde se abren diversos conflictos.

El más resonante de estos es la lucha que desenvuelven trabajadores y trabajadoras de la agencia periodística Télam contra el cierre que intenta imponer el gobierno, destruyendo unos 760 empleos y una de las principales usinas de recursos periodísticos del país. Los trabajadores mantienen una permanencia frente a las instalaciones de la empresa en defensa de sus puestos de trabajo.

En la misma tónica, los trabajadores de Aerolíneas Argentinas, que vienen de protagonizar un paro el 28 de febrero, ahora enfrentan despidos encubiertos a modo de “retiros voluntarios”, mientras se producen 40 despidos en la tercerizada GPS, lo que augura nuevas medidas en puerta.

En el Inta los trabajadores se están moviendo contra el despido de 40 empelados del programa Inta – Pro Huerta. Algo similar a lo que está ocurriendo en el Incaa, donde se produjeron 170 despidos, e interviene con fuerza Unidxs por la Cultura.

El cierre del gobierno de los Centros de Referencia (CDR) de todo el país, dejando en la calle a 600 trabajadores y trabajadoras, también está suscitando respuestas en defensa de los puestos de trabajo. En Formosa se realizó una asamblea con los 30 empleados del sector para discutir cómo enfrentar este ataque.

Dentro del sector privado un gremio que se encuentra movilizado es el de los choferes de la UTA. Esta semana se protagonizaron dos medidas, una de ellas con paros en distintas provincias del país el martes 5 por el salario. Denuncian que los sueldos están congelados en $537.000 desde noviembre del 2023. Y otra en 70 líneas del Amba, este jueves 7, ante el incumplimiento de las patronales en los pagos, depositando el 50% de los salarios.

En el gremio de la UOM el gobierno tuvo que intervenir con la conciliación obligatoria ante la inminencia de un paro de 24 horas y un plan de acción escalonado, en medio de una paritaria que no cierra, postergando las medidas unas semanas. Mientras que en Bariloche los trabajadores del casino de la ciudad pararon y se manifestaron por un aumento salarial contra la inflación.

Todas estas luchas van marcando el paso de un movimiento obrero que se organiza y da respuesta al plan de ajuste del gobierno de Javier Milei, y que empieza a protagonizar distintas luchas contra un denominador común: la ofensiva antiobrera del gobierno y las patronales, con la licuación de salarios y cientos de despidos.

A este denominador común le cabe una respuesta colectiva de los trabajadores: la necesidad de un paro activo de 36 horas y un plan de lucha, junto a una asamblea de trabajadores ocupados, desocupados y luchadores, para derrotar el plan de ajuste de Milei y obtener el triunfo de todas las luchas.

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