La Plata: 500 personas marcharon contra el gatillo fácil

Con clima adverso y cuidados sanitarios, reclamaron por juicio y castigo a los responsables de la desaparición forzada de Facundo Castro y por la renuncia de Sergio Berni.

En el marco de la sexta Marcha nacional contra el gatillo fácil, con convocatorias en todo el país estos 26 y 27 de agosto, La Plata fue epicentro de una enorme movilización. 500 manifestantes recorrieron el centro de la ciudad, pasando por Tribunales y cerrando frente a la gobernación, con un acto donde intervinieron familiares de víctimas de gatillo fácil y se dio lectura al documento de los convocantes. El grito común que recorrió a cada unx de las y los oradores fue el “Fuera Berni”, en horas en que comenzaba la autopsia del cuerpo encontrado que se sospecha podría ser el de Facundo Castro.

Participaron familiares de numerosas víctimas de gatillo fácil como la madre de Luciano Arruga, de Omar Cigarán, familiares de Andres Núñez, de Alan Maidana, de Maxi Ocampos, de Titi Navarro, Diego Cagliero, Hernán “Pelado” Gómez. Estuvieron presentes los casos de Miguel Brum, Iván Torres, entre otros, y los nombres de Luis Espinoza, Blas Correas, Lucas Verón, y Brandon Romero, últimos casos que han impactado públicamente. También, la mamá de Johana Ramallo envió sus saludos. Esta convocatoria fue impulsada por organizaciones de derechos humanos, sociales y políticas, entre ellas el Frente de Izquierda, el Partido Obrero y el Polo Obrero.

La movilización fue una tribuna de denuncia de la avanzada represiva por parte del Estado en la provincia de Buenos Aires y todo el país. “La desaparición forzada de Facundo Astudillo Castro, como las 92 muertes (42 en Buenos Aires) en los cinco meses de ‘cuarentena’ son muestra de ello en el poco tiempo que va del nuevo gobierno”, señalaba el documento leído en el acto. En su primer párrafo, este resaltaba la responsabilidad del “gobierno de Alberto Fernández a nivel nacional y de Axel Kicillof y su ministro Berni”, cuya política frente a la pandemia fue el “confinamiento de las familias trabajadoras en los asentamientos y las villas con las fuerzas armadas y las policías en las calles. aumentando el control social y descargando la represión contra les trabajadores, les jóvenes y las disidencias”.

Asimismo, los convocantes denunciaron el encubrimiento de la policía bonaerense por parte de los gobiernos y la justicia en el marco de la desaparición de Facundo Castro, “desde el intendente del partido de Villarino, Bevilacqua, pasando por el ministro de Seguridad y el gobernador de la provincia”, hasta el mismo fiscal Santiago Ulpiano Martínez, cuyo apartamiento reclama desde hace meses la querella de la familia por el desvío de la investigación.

El documento también destacaba la continuidad de la represión estatal que aplicaron todos los gobiernos anteriores, que fueron responsables de la desaparición de Julio López, con la presidencia de Cristina Fernández y el gobernador Scioli, y el asesinato de Santiago Maldonado con Macri y Patricia Bullrich y marcaba que ya son “más de 200 casos de desaparición forzada ocurridos en gobiernos constitucionales”.

Ante la situación que se vive en la región por la represión a manteros, a las comunidades migrantes, a vecinos que reclaman por la falta de abastecimiento de servicios básicos en medio de la pandemia, a las tomas de terrenos por falta de viviendas, como también abusos policiales a la juventud y a la comunidad Lgbt+, se marcó como responsable a la policía bonaerense, al gobernador y al intendente de juntos por el Cambio, Julio Garro. Estos han puesto a Santiago Martínez Pass, uno de los responsables de la muerte de Emilia Uscamayta Curí, a la cabeza de la departamental de La Plata, Berisso y Ensenada. En este sentido, se colocó la necesidad de anular el código represivo municipal.

Por último, el documento fue al meollo de la cuestión represiva al colocar que “el acuerdo colonial con los bonistas es un compromiso de entrega de los recursos del país, cuya contraparte viene siendo el ajuste y los tarifazos, que se profundizarán aumentando aún más la desocupación, el hambre y la miseria. La política represiva del gobierno está al servicio del rescate de los capitalistas, que viven como parásitos de los millones de trabajadores, a quienes no se les da ni siquiera paritarias: millones están en condiciones de precarización laboral y les atacan el aguinaldo y las jubilaciones”.

Desde el Partido Obrero llamamos a continuar por este camino de movilización y frente único de independencia de clase para derrotar esta avanzada represiva y el ajuste del gobierno y el FMI. La caída de Sergio Berni significará un golpe a toda esta política. Para reforzar esta lucha, convocamos a poner en pie un plenario nacional contra el gatillo fácil y la represión.