Políticas

30/7/2023

La semana

Para salir del Fondo, hay que girar a la izquierda

Panorama político, a dos semanas de las Paso.

editor de Prensa Obrera.

Hay que dejar de votar a los que hundieron al país.

Cuanto más se acercan las Paso, más se aclara el escenario político.

En una reminiscencia poco feliz, Bullrich salió a decir que para sacar el cepo desde el primer día de gobierno pediría un "blindaje" del FMI, lo que recuerda el megaendeudamiento de De la Rúa que terminó con el default y la megadevaluación de la salida de la convertibilidad. Para su desilusión, este plan ya está siendo ejecutado por Massa, que acaba de anunciar un nuevo acuerdo con el Fondo que exige acelerar la devaluación del dólar oficial y nuevos tarifazos a la vez que mayores recortes a los salarios estatales, la asistencia social y las transferencias a la educación y la salud provinciales.

Como caracterizó Gabriel Solano, con esta política el gobierno combina todos los elementos explosivos de las crisis de 1989 y del 2001. Mientras Massa implementa un dólar agro y suma impuestos a las importaciones, medidas que ya están recalentando una inflación insoportable, Bullrich enfatiza su orientación de avanzar en una fuerte depreciación del peso para satisfacer al gran capital agrario y las multinacionales. Que con eso defienden los mismos intereses sociales, junto a Milei y Larreta, quedó expuesto en el desfile de presidenciales organizado por la Sociedad Rural, donde los sojeros se cansaron de aplaudir las promesas de eliminar retenciones y unificar el tipo de cambio.

Esta coincidencia, por encima de sus diferencias, en candidatearse a gobernar para los capitalistas, es lo que explica que todos formen parte de un mismo árbol genealógico de los políticos que hundieron al país durante los últimos 30 años. Todos fueron funcionarios del menemismo, experiencia que Milei quiere reeditar. Cristina gobernó con Lousteau como ministro de Economía, y Massa fue el garante de las leyes de ajuste durante el macrismo y apadrinaba al dictador jujeño Gerardo Morales. Este entrecruzamiento gobierno tras gobierno demuestra que para cambiar las cosas hay que dejar de votar a los mismos que nos metieron en este pozo.

La propia campaña electoral refleja con quién está cada uno. Mientras ellos almorzaban juntos en la Rural de Palermo, Solano debatía en Tucumán con los obreros agrícolas del citrus y los ingenios azucareros. Este contraste de clase se ve a cada paso. Los cuatro se comprometen a avanzar en la reforma laboral que reclama la UIA, mientras el precandidato de la izquierda no solo lleva sus propuestas a las puertas de las fábricas como Toyota o Siderca, sino que se juega a apoyar la tenaz lucha del Sutna que volvió a paralizar las plantas del neumático contra el intento patronal de imponer una rebaja salarial.

Esta es la verdadera grieta. Y de hecho también separa al Frente de Izquierda de Grabois, que dice que su presencia en las Paso "condiciona" a un eventual gobierno de Massa, cuando la realidad es al revés: actúa como colectora para evitar que se fuguen votos por izquierda, lo cual allana el camino al ajuste fondomonetarista. Tanto es así que además tiende puentes al empresariado sumándose a los que responsabilizan a los trabajadores por la ausencia de generación de empleo, debido a los juicios laborales, y planteando un "seguro de contingencias judiciales" que cubriría a las patronales para que puedan despedir o precarizar a su antojo; un guiño a la reforma laboral.

Por eso le da la espalda a la lucha piquetera contra el recorte en la entrega de alimentos a los comedores barriales. Finalmente, debajo de la boleta presidencial comparte lista con la ajustadora de country Victoria Tolosa Paz; en el otro extremo, Gabriel Solano almorzó el domingo pasado en La Boca junto a Vilma Ripoll, "Chiquito" Belliboni y decenas de delegados barriales y candidatos del Polo Obrero, el Movimiento Teresa Vive y la William Cooke, en un encuentro saludado también por integrantes de las listas como el MTR 12 de Abril y el MBT. Las diferencias son nítidas.

Todo lo dicho sirve también para ver con claridad cuál es la divergencia de orientaciones que está en disputa dentro del Frente de Izquierda. Una discusión que, insistimos, debe darse de frente, con un debate entre Solano y Myriam Bregman. Tan evidente es esto que quedó en off side el llamado de Bregman a debatir con Grabois cuando este respondió que primero debería conceder esa instancia al interior de su alianza. Es básico, porque si no ¿con qué posición iría a discutir con el dirigente de la Utep? ¿Reivindicando la organización de las barriadas con independencia de los punteros del Estado, o despreciando la lucha piquetera?

Finalmente, como dijo Solano, la discusión es si necesitamos al FIT-U “solo para ir a elecciones cada dos años, o si se va a estructurar sobre una base militante para conquistar una mayoría del pueblo argentino para una salida socialista y transformar el país”. Para eso hay que disputarle al peronismo en las barriadas y los sindicatos. Esa pelea es la que se expresa en cada candidato de la lista Unidad de Luchadores y la Izquierda en 22 provincias del país, desde el dirigente del Sutna que encabeza la boleta al Parlasur nacional, José Meniño, hasta el luchador docente y miembro de una comunidad quechua en la rebelada Jujuy, Luis Carrillo de La Quiaca. Es la fuerza que mostró el acto del PO en Córdoba con más de ocho mil luchadores.

El entusiasmo de esta campaña que recorre los barrios, las fábricas, las estaciones de tren y los centros urbanos se expresa en la pelea por cada voto para la izquierda. Es esa pasión por representar "algo distinto", como canta el nuevo jingle compuesto por militantes del Partido Obrero reversionando el tema de Nathy Peluso. Como también pasa con los spots que siguen dando que hablar, les compañeres ponen su creatividad al servicio de una campaña socialista que prepara al pueblo para las batallas que se vienen.

Tal como explica el editorial semanal de Prensa Obrera, el escenario electoral "refuerza la necesidad de que la izquierda construya en base a un programa propio de independencia política y no especulando con atraer votantes del kirchnerismo sobre la base de adaptarse a sus posiciones". En otras palabras, como dijo Solano en una entrevista en LN+, "no se puede vivir de prestado". Sumemos miles de fiscales para defender cada voto a la izquierda que le duele a los dueños del poder.

Buen domingo.

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