LA SEMANA
Ajuste, corrupción, entrega y fuertes luchas en el neumático y en la docencia
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Collage Prensa Obrera
Finalmente el lunes 22 Gabriel Rubinstein, un partidario a rajatabla del ajuste fiscal y un desdoblamiento cambiario para acelerar la devaluación, terminó siendo aceptado como viceministro de Sergio Massa, a pesar de sus tuits y memes contra CFK y Alberto Fernández. Es que el “superministro” de Economía prepara su viaje a Estados Unidos para negociar un nuevo desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI) sin haber completado las metas. Massa necesita además acelerar desembolsos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM), e incluso un nuevo préstamo del Fondo. Todavía no pudo resolver la falta de reservas en el Central y las presiones devaluatorias se acrecientan, las cuales como mínimo provocarán un salto de inflación a híper.
El gobierno resolvió mejorar la “oferta” a los tenedores de dólares para que larguen algo, a la vez que pone más límites para que los trabajadores accedan al dólar como forma de ahorrar. Mientras tanto avanza sin tapujos en un ajuste en regla. El mismo lunes se hizo efectivo un recorte de 210.000 millones de pesos que afecta al presupuesto de salud, educación, obras públicas, vivienda, transferencias a las provincias, entre otros. Para completarla ese día el Consejo del Salario con el voto de la CGT llevó el salario mínimo a $51.200, menos de la mitad de la canasta de pobreza. Por otro lado se anunciaron nuevos aumentos de tarifas, subió la nafta y Larreta se mandó un aumento del 40% en el boleto del subte, que desde 2020 tuvo un incremento del ¡159%!
La gravedad de los anuncios del ministro y de la situación económica salió del centro de la escena, porque ese mismo lunes el fiscal Luciani, a cargo de la causa llamada Vialidad que investiga los negociados con la obra pública en Santa Cruz, pidió una condena de 12 años de cárcel para Cristina Fernández y Lázaro Báez y penas diversas para los otros imputados. El pedido de condena desató un tembladeral político que sigue ocupando la agenda diaria.
La vicepresidenta y el kirchnerismo se victimizaron aprovechando las evidencias de la manipulación del proceso judicial para dejar fuera la corrupción durante el macrismo e incluso la confluencia entre ambas. Las arbitrariedades del fiscal y el tribunal no pueden ocultar que existe una corrupción innegable en la que CFK y sus funcionarios estuvieron involucrados. Esta convivencia entre corrupción y persecución la pusimos de manifiesto en nuestro primer comunicado, porque hay un operativo político en marcha para desvincularlas.
La propia Cristina en su defensa a través de Youtube reconoció la corrupción, pero dijo que era parte del modus vivendi nacional (“en Argentina las cosas son así”), llegó incluso a exponer al propio Néstor por el acuerdo con Clarín en 2007. El ventilador que prendió CFK no busca terminar con la corrupción, sino dejar de usarla para condicionar el proceso político vía la justicia, lo cual es pedir peras al olmo: el poder judicial es una pieza clave en la lucha por los negocios entre las distintas facciones patronales. Cristina terminó dándonos la razón cuando en 2016 sacamos una tapa de Prensa Obrera con la leyenda “Son todos López”.
La oposición macrista presionada a colaborar con el operativo Massa por el propio embajador yanqui está viendo peligrar sus posibilidades para 2023 ya que el programa del ajuste es asumido por el Frente de Todos. Como señala Gabriel Solano, el macrismo “necesitaba imperiosamente una bandera para mantener una delimitación con el gobierno. El juicio contra Cristina Fernández de Kirchner tenía y tiene esa función. La virulencia verbal y las denuncias cruzadas se fueron acentuando en relación inversa a que tienden a atenuarse las divergencias en el terreno económico”.
Desde la otra vereda la burocracia sindical tomó la bandera de la defensa de Cristina con el mismo fervor con que se opone a enfrentar los ataques del gobierno al salario, o a los recortes y el ajuste. Yasky es el abanderado de la defensa de la vice cuando los docentes salen a la lucha en las provincias como Santa Fe, donde hay un paro de estatales en su quinta semana, o en Córdoba donde el movimiento autoconvocado le impuso la convocatoria al paro. Mucho menos ha abierto la boca frente al decreto de Massa que le quita 30.000 millones de pesos a la educación. Tampoco los motiva la situación de los docentes universitarios cuya paritaria salarial ha sido abandonada. La conducción k de la facultad de Filosofía de la UBA creyó necesario pronunciarse por CFK pero no dice nada frente al hecho de que un ayudante de primera de la UBA gana ¡23.000 pesos!
La presión del kirchnerismo para colocar en el centro de la escena las arbitrariedades del fiscal, y así de paso exculpar a la vice por la corrupción y disimular su acompañamiento al ajuste y la entrega, ha impactado en la izquierda y dentro del propio FIT-U. El PTS ha tomado el papel de abogado y asesor legal de la vice colocándose en la misma sintonía que el kirchnerismo. Hemos salido a delimitarnos fuertemente de esta posición que cuestiona al FIT en lo que lo caracteriza: la independencia política. Le hemos planteado al PTS un “debate serio y honesto” en el seno del FIT-U sobre el tema.
Para nosotros la tarea central es organizar la lucha contra el ajuste del gobierno peronista, así lo hemos desarrollado en el editorial de este jueves 25.
La campaña por el paro nacional y el plan de lucha está más vigente que nunca frente a las agresiones que viven los trabajadores. En Córdoba se acaba de realizar un plenario de ocupados y desocupados organizado en conjunto por ATE, el Polo Obrero y la CSC que se ha pronunciado en ese sentido.
En el terreno de la acción de los trabajadores ocupa un lugar destacado la fuerte lucha de los trabajadores del neumático que ya lleva más de tres meses. El Sutna organizó esta semana permanencias en las puertas de las tres plantas (Fate, Pirelli y Bridgestone) durante 72 horas, que fueron muy contundentes. La lucha cala en el resto de los trabajadores: los trabajadores de seguridad privada pararon cuando la patronal de Fate pretendió que controlaron el trabajo de los obreros, ¡un ejemplo de hermandad de clase!
Nos concentramos en estas tareas y rechazamos la maniobra que pretende dividir a los trabajadores atrás de una u otra facción aprovechando el pedido del fiscal Luciani, lejos de ello aprovechamos la visualización y exposición ante los trabajadores de la pudrición del régimen para que rompan definitivamente con el peronismo y en particular el kirchnerismo, ejecutores del ataque a los trabajadores. Esta semana con un acto en Jujuy, con la presencia de Gabriel Solano, y una numerosa charla en Santa Fe Capital a cargo de nuestra compañera Carla Deiana, seguimos con nuestra campaña por poner en pie un movimiento popular con banderas socialistas.
Buen domingo.
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